Cartas al director

Un patinazo

Estimados amigos de EL PAÍS, sigo vuestro formato digital desde hace tres años, pues por motivos de estudios resido en Oriente. He vivido dos años en Jerusalén y actualmente resido en El Cairo. Hablo el hebreo más o menos bien y conozco mejor la mentalidad israelí. No me considero ni propalestino ni proisraelí, no está la solución en esta definición ni mucho menos. Lo que no entiendo es cómo os habéis podido permitir el error de dedicarle una página a ese demagogo colono que un buen día decidió salir con el rabo entre las piernas por las condiciones tan pésimas en las que vivía en su país y se...

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Estimados amigos de EL PAÍS, sigo vuestro formato digital desde hace tres años, pues por motivos de estudios resido en Oriente. He vivido dos años en Jerusalén y actualmente resido en El Cairo. Hablo el hebreo más o menos bien y conozco mejor la mentalidad israelí. No me considero ni propalestino ni proisraelí, no está la solución en esta definición ni mucho menos. Lo que no entiendo es cómo os habéis podido permitir el error de dedicarle una página a ese demagogo colono que un buen día decidió salir con el rabo entre las piernas por las condiciones tan pésimas en las que vivía en su país y se asentó en Israel, que no para de acoger gente del este de Europa que compra un título de judío para poder escapar de la realidad de Rusia y asentarse en los territorios ocupados. Creo que dentro de la objetividad que define a este periódico habéis patinado como nunca. Cómo se atreve ese colono a pedir que se aísle a los palestinos de esa manera. No entiendo la naturaleza de ese reportaje ni su razón de ser, más digna de periódicos del siglo pasado. Insisto en que no estoy de parte de nadie, pero no creo que sean los colonos los que tengan que hablar, ¿por qué no entrevistan a los israelíes de la última generación, los que han nacido en Israel? Ellos sí tienen el mismo problema que los palestinos, de hecho el 90% de ellos desea marcharse, exiliarse, se avergüenza de su tierra. Eso sí es interesante. Habéis cometido un error o yo lo he malinterpretado. Espero que mi queja se tenga en cuenta en el futuro. No me parece seria esta propaganda prosionista. Los judíos no tienen conciencia de pueblo, sino de barrio, y están aplicando la escuela que recibieron en la Alemania nazi, y quien crea que exagero que marche al floreciente retoño norteamericano que es el Estado de Israel, aprenda su lengua y soporte las tonterías sin fundamento que sueltan en esa mal llamada democracia. - José Martínez. El Cairo, Egipto.

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