Aznar ve culminada una renovación territorial del PP hecha a su medida

Mandato cumplido: renovación drástica sin traumas. El secretario general del PP, Javier Arenas, transmitirá hoy al presidente del Gobierno y de su partido, José María Aznar, un mensaje más que optimista y "cohesionado" del proceso de renovación interna hacia el centro reformista emprendido hace dos años en el XIII Congreso Nacional, retomado hace 12 meses con las convenciones regionales y que culminó ayer tras 51 cónclaves provinciales. En esta fase, más del 70% de los mandos han sido renovados y con menos listas alternativas y conflictos que hace tres años. Cuatro mujeres se estrenan en las p...

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Mandato cumplido: renovación drástica sin traumas. El secretario general del PP, Javier Arenas, transmitirá hoy al presidente del Gobierno y de su partido, José María Aznar, un mensaje más que optimista y "cohesionado" del proceso de renovación interna hacia el centro reformista emprendido hace dos años en el XIII Congreso Nacional, retomado hace 12 meses con las convenciones regionales y que culminó ayer tras 51 cónclaves provinciales. En esta fase, más del 70% de los mandos han sido renovados y con menos listas alternativas y conflictos que hace tres años. Cuatro mujeres se estrenan en las presidencias provinciales.

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La Junta Directiva Nacional del PP escuchará hoy, además de una exposición sobre el momento político del Plan Hidrológico Nacional del Gobierno, un informe de Arenas sobre los cambios promovidos en los 51 congresos provinciales, que empezaron antes del verano con los tres vascos y terminaron este fin de semana con los cuatro catalanes. La primera conclusión para la cúpula del partido en el Gobierno es clara. Cuando Aznar recoja el mando real del PP, tras su retirada de La Moncloa, apenas encontrará en las estructuras del partido dirigentes anteriores a su etapa.Aznar se hizo con la presidencia y el liderazgo real del PP hace poco más de 10 años en el congreso de la refundación de Sevilla. Durante los primeros años, se limitó a asentarse en el cargo y a reforzar sus posibilidades como aspirante a la presidencia del Gobierno. Tras la victoria electoral en 1996, el presidente del PP se concedió un pequeño paréntesis hasta que abordó, en el XIII Congreso Nacional de enero de 1999, una nueva refundación ideológica con la que llevó al partido hacia un centro reformista. La nueva tendencia se instauró por decreto el año pasado en las direcciones regionales de la organización, con nuevas caras y otros talantes más similares a su propio perfil.

Sólo las peculiares personalidades de los presidentes de Galicia y Castilla y León, Manuel Fraga y Juan José Lucas, permanecen como referentes de otra época. Pero incluso en esas organizaciones se ha aplicado la renovación. En Galicia, por ejemplo, han abandonado sus puestos, tras lustros de ejercer auténticas baronías provinciales, los presidentes de Pontevedra, A Coruña y Lugo y se apartó a Xosé Cuiña de la secretaría general. En Castilla y León, la renovación se ha impuesto finalmente en seis de las nueve provincias.

El balance final de este proceso, en números, supone que, de los 51 cónclaves provinciales celebrados, más del 70% de sus mandos han sido renovados si se cuentan nuevos presidentes (31) y nuevos secretarios provinciales (más de 40). Junto a los datos, la importancia de este movimiento trasciende cuando se tiene en cuenta que en esta depuración han caído personajes tan históricos en el PP como Francisco Cacharro (Lugo), Jesús Mañueco (Palencia), Francisco Tomey (Guadalajara), Félix Pastor Ridruejo (Soria) y Javier Hernández Escorial (Segovia), que llevaban décadas al frente de sus organizaciones.

Arenas, en su exposición de hoy ante Aznar y la dirección del PP, aprovechará para presumir del alto grado de cohesión demostrado por el partido pese a llevar ya 10 años con el mismo liderazgo. El secretario general del PP entiende que así ha cumplido el mandato que le encargó Aznar cuando le nombró y que el partido está listo ya para lo que el presidente estime conveniente cuando se convoque el próximo congreso nacional, aproximadamente dentro de un año.

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Arenas esgrimirá como argumentos de esa unidad interna del PP que en la mayoría de los congresos provinciales (más de 30) no han existido siquiera dos listas y los ganadores han salido respaldados por encima del 80% de los votos. Incluso en las trece convenciones con varias candidaturas, los vencedores han cosechado al final más del 60% de las papeletas. Y hasta en esos casos, el mayor peligro de división se ha limitado a los congresos de Huelva, Córdoba, Granada y Badajoz, donde la victoria se resolvió por unas decenas de votos y con conflictos que emanaban, sobre todo, de rencillas locales más que proyectos políticos distintos.

El resumen, para Arenas, es que en esta etapa de congresos provinciales se han registrado menos problemas que en la anterior, convocada en 1997. Y que cuatro mujeres, María San Gil (Guipúzcoa), María José García Pelayo (Cádiz), Dolors Monserrat (Barcelona) y Alicia Sánchez Camacho (Girona), han accedido por primera vez a esas responsabilidades como presidentas.

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