Los españoles podrán abrir empresa propia a los diez años de residir en Andorra
Los españoles -y franceses- residentes en Andorra han mejorado sensiblemente sus derechos económicos en el país vecino y podrán montar su propia empresa a los diez años de residencia en el pequeño país pirenaico. A cambio, los andorranos podrán hacer lo mismo en España, obteniendo un tratamiento de ciudadanos comunitarios. Este es uno de los aspectos más importantes que recoge el Tratado Trilateral, una negociación, que se cerró el jueves en tras cinco años de trabajo. Hasta ahora el tiempo de residencia mínimo para abrir una empresa era de 20 años. España pedía que fuera de 5.Otro apartado de...
Los españoles -y franceses- residentes en Andorra han mejorado sensiblemente sus derechos económicos en el país vecino y podrán montar su propia empresa a los diez años de residencia en el pequeño país pirenaico. A cambio, los andorranos podrán hacer lo mismo en España, obteniendo un tratamiento de ciudadanos comunitarios. Este es uno de los aspectos más importantes que recoge el Tratado Trilateral, una negociación, que se cerró el jueves en tras cinco años de trabajo. Hasta ahora el tiempo de residencia mínimo para abrir una empresa era de 20 años. España pedía que fuera de 5.Otro apartado del tratado es la regularización del acceso de los nacionales de los tres países a las administraciones de cada uno de ellos, algo que desde la entrada en vigor de la Constitución del año 1978 estaba vetado en España a los andorranos y que desde hace años provocaba importantes problemas en la docencia andorrana, ejercida en muchos casos por españoles. El acceso a la función pública se ha regulado de tal manera que en Andorra se dará prioridad a sus nacionales en la contratación, pero en segunda instancia tendrán prioridad los españoles y franceses, con el mismo tratamiento y derechos que los nacionales.
El tratado internacional complementa el de buena vecindad firmado en el año 1993 y establece el régimen de circulación y establecimiento de personas en los tres países y regula aspectos tan importantes como la renovación de los permisos de residencia de los españoles y franceses en Andorra. La negociación se ha visto enturbiada en diversas ocasiones, sobretodo por la crisis del contrabando de tabaco, que bloqueó esta y otras negociaciones a lo largo de dos años.
Este es el convenio más importante negociado en los últimos años por la diplomacia del Gobierno andorrano, dirigido por el liberal Marc Forné. Con todo, han quedado pendientes cuestiones como la regulación del ejercicio de las profesiones liberales o la homologación de los derechos sociales y sindicales.