XXI MOSTRA DE VALÈNCIA

El festival acaba hoy con una gala en la que no se proyectará ningún filme

Los ocho días de vorágine cinematográfica de la Mostra llegan hoy a su fin. Pero, curiosamente, lo harán rompiendo una costumbre que se ha mantenido en sus 20 ediciones anteriores. La gala de clausura, que contará con la presencia de Claudia Cardinale y Christopher Lambert como estrellas invitadas, no se cerrará con una película. Las dificultades con el sonido en la proyección de Jóvenes prodigiosos, de Curtis Hanson, durante la ceremonia de inauguración (que se pasó doblada al castellano en un gesto inédito en este tipo de eventos) y la habitual larga duración del acto han llevado al d...

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Los ocho días de vorágine cinematográfica de la Mostra llegan hoy a su fin. Pero, curiosamente, lo harán rompiendo una costumbre que se ha mantenido en sus 20 ediciones anteriores. La gala de clausura, que contará con la presencia de Claudia Cardinale y Christopher Lambert como estrellas invitadas, no se cerrará con una película. Las dificultades con el sonido en la proyección de Jóvenes prodigiosos, de Curtis Hanson, durante la ceremonia de inauguración (que se pasó doblada al castellano en un gesto inédito en este tipo de eventos) y la habitual larga duración del acto han llevado al director del certamen Lluís Fernández a decidir no exhibir ninguna película. En su lugar, la organización proyectará un vídeo de resumen del festival.Durante la gala, el festival rendirá homenaje al actor Antonio Ozores, nacido en Burjassot. Ozores llegó ayer a Valencia y recibirá la Palmera de Honor que reserva la Mostra a aquellas figuras del cine a las que dedica una restrospectiva.

Pero el acto central de la clausura será la entrega de la Palmera de Oro a la mejor película de la sección oficial. Ayer se presentó el último de los filmes que entran en competición, Mayis sikintisi, del turco Nuri Bilge Ceylan. Discípulo del peculiar estilo del iraní Abbas Kiarostami, Ceylan plantea las dificultades de reflejar la realidad a través del cine. No obstante, lo hace con un método muy atropellado, que sólo logra momentos de esplendor en la última hora de metraje. Antes de eso, la película es un ejercicio tedioso de supuesto realismo visual que provoca el bostezo.

Aunque no haya película en la gala de clausura, sí que las habrá durante todo el día en los cines ABC Martí. Dos salas dedicarán su programación a las películas premiadas en las secciones oficial e informativa. El resto, continuarán ofreciendo los ciclos que han sazonado la programación del certamen.

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