Ocho detenidos en Chamberí acusados de estafa y falsificación

Dos intervenciones de los agentes de la comisaría de Chamberí han acabado esta semana con sendas bandas dedicadas a la sustracción de correspondencia, falsificación, hurtos y estafas. Ocho personas, de entre 23 y 53 años, han sido detenidas, según informó la Jefatura Superior de Policía.La primera operación se desarrolló el martes pasado cuando agentes de la comisaría de Chamberí observaron movimientos extraños de un coche. Cuando fueron a identificar a los ocupantes, uno de ellos trató de ocultar varios documentos, entre los que se encontraban carnés de identidad a nombres de distintas person...

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Dos intervenciones de los agentes de la comisaría de Chamberí han acabado esta semana con sendas bandas dedicadas a la sustracción de correspondencia, falsificación, hurtos y estafas. Ocho personas, de entre 23 y 53 años, han sido detenidas, según informó la Jefatura Superior de Policía.La primera operación se desarrolló el martes pasado cuando agentes de la comisaría de Chamberí observaron movimientos extraños de un coche. Cuando fueron a identificar a los ocupantes, uno de ellos trató de ocultar varios documentos, entre los que se encontraban carnés de identidad a nombres de distintas personas. Los cinco ocupantes del vehículo fueron arrestados.

Los detenidos, según la policía, se dedicaban a sustraer correspondencia, en su mayoría letras de cambio, talones y pagarés, según la policía. Después falsificaban documentos de identidad, con los que abrían cuentas bancarias con un saldo de 3.000 o 4.000 pesetas para ingresar en ellas los efectos bancarios, que previamente habían manipulado. Los agentes les decomisaron 12 documentos de identidad falsos, siete libretas bancarias y resguardos de ingresos con talones. La policía investiga ahora la cuantía exacta de lo sustraído.

La segunda intervención acabó con la detención de otras tres personas. Los policías también sospecharon de los movimientos de tres personas en torno a algunos comercios. Cuando fueron a identificarles, uno de los detenidos arrojó una bolsita roja al suelo en la que había joyas. Mientras ocurría esto, se acercó el empleado de una peletería. Aseguró que dos sospechosos habían adquirido varias prendas de alto valor. Al ver a los agentes, abandonaron el comercio sin llevárselas.

A la vez, se aproximó el trabajador de una joyería, quien relató que las tres personas habían pagado las alhajas con una tarjeta de crédito que no correspondía a ninguno de ellos. Había sido robada ese mismo día. Los detenidos llevaban teléfonos móviles, 12 tarjetas para su recarga y dos botes con mostaza para cometer hurtos por el procedimiento de la mancha, según la versión policial.

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