Intoxicados por gas seis miembros de una familia de Pamplona

La combustión defectuosa de una caldera de gas natural instalada en una cocina y el taponamiento de una rejilla de ventilación estuvieron a punto de provocar ayer una tragedia en Pamplona, 48 horas después de que una intoxicación similar acabara con la vida de un matrimonio y sus tres hijos en Madrid. En la capital navarra, seis miembros de una misma familia fueron hospitalizados tras inhalar monóxido de carbono.

El padre, Roberto J. A., de 41 años, no llegó a perder la conciencia y pudo llamar a la siete de la mañana a SOS Navarra advirtiendo de que todos los miembros de la famil...

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La combustión defectuosa de una caldera de gas natural instalada en una cocina y el taponamiento de una rejilla de ventilación estuvieron a punto de provocar ayer una tragedia en Pamplona, 48 horas después de que una intoxicación similar acabara con la vida de un matrimonio y sus tres hijos en Madrid. En la capital navarra, seis miembros de una misma familia fueron hospitalizados tras inhalar monóxido de carbono.

El padre, Roberto J. A., de 41 años, no llegó a perder la conciencia y pudo llamar a la siete de la mañana a SOS Navarra advirtiendo de que todos los miembros de la familia se sentían mareados y apuntando su sospecha de que la intoxicación podía deberse al gas.El dispositivo de alarma movilizó hasta el domicilio, situado en el tercer piso del número 13 de la calle Tejería, en el casco antiguo de Pamplona, un importante despliegue de servicios de salvamento y técnicos en instalación de gas.

El matrimonio, sus tres hijos (Iñigo, de 15 años; Alejandro, de 9, y Marta, de 7) y la abuela, Manuela V. Z., de 75 años, fueron trasladados al hospital Virgen del Camino, donde se constató que sufrían una intoxicación moderada-alta por monóxido de carbono. La madre, Alicia S.V, y el mayor de los chavales ya habían perdido la conciencia en el momento de ser rescatados, mientras el resto de la familia presentaba cefaleas, mareos y palpitaciones. Toda la familia fue dada de alta a mediodía de ayer.

Los técnicos de Gas Navarra desplazados a la casa comprobaron que la rejilla de salida de gases al exterior estaba tapada con un armario ropero, lo que provocó la expansión del monóxido de carbono por las dependencias de la vivienda. Asimismo, constataron una mala combustión de la caldera de gas, instalada en 1997 y que había pasado la última revisión en 1998. Gas Navarra informó de que las revisiones obligatorias se realizan cada cuatro años.

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