Investigación interna

Cuando la consultora Arthur Andersen pidió apoyo para los responsables de la reforma financiera empezaron los problemas para la directora de contabilidad, la más alta funcionaria española de la OCDE.A principios del otoño de 1999, tres empleadas -dos de ellas amenazadas por la regulación de empleo que conllevaba la reforma- acusaron a Marta Andreasen de proferir insultos racistas. La secretaria general adjunta, Sally Shelton-Colby, abrió entonces una investigación interna que, el 8 de diciembre pasado, la exculpó.

Pero Shelton-Colby descubrió, no obstante, otras faltas en la trayectoria...

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Dato omitido

Cuando la consultora Arthur Andersen pidió apoyo para los responsables de la reforma financiera empezaron los problemas para la directora de contabilidad, la más alta funcionaria española de la OCDE.A principios del otoño de 1999, tres empleadas -dos de ellas amenazadas por la regulación de empleo que conllevaba la reforma- acusaron a Marta Andreasen de proferir insultos racistas. La secretaria general adjunta, Sally Shelton-Colby, abrió entonces una investigación interna que, el 8 de diciembre pasado, la exculpó.

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Pero Shelton-Colby descubrió, no obstante, otras faltas en la trayectoria de Andreasen merecedoras, según ella, de suspensión hasta el fin de su contrato: una falsificación de su currículo y la propagación de comentarios alarmistas sobre las finanzas de la organización que obligaron a contratar una costosa auditoría externa (25 millones de pesetas), cuyas conclusiones no coincidieron con las de la directora.

Andreasen admitió que no incluyó en su currículo el nombre de la empresa en la que trabajaba, pero sí lo reveló durante las entrevistas en la OCDE previas a su contratación. "Es curioso que se acordaran un año después de que faltaba ese dato", comenta un funcionario conocedor del caso.En cuanto a la segunda acusación, la carta de otro secretario general adjunto, Thorvald Moe, entregada a Johns- ton en noviembre pasado, la desmiente. La misiva indica que la primera versión del informe de Arthur Andersen confirma las denuncias de la directora de contabilidad.

A raíz de esta doble acusación fue suspendida, no sin que en dos ocasiones le propusiesen elevadas compensaciones económicas para llegar a un acuerdo amistoso. "Quise ayudarla y propuse resolver el asunto de manera generosa", declaró Johnston a EL PAÍS.

Pero ¿por qué fue apartada? "Creaba fuertes conflictos de personalidad", contestó Johns- ton. ¿No fue ése el motivo oficial de su suspensión? El secretario general no responde.

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