Sydney 2000 PIRAGÜISMO

Baño de lágrimas del C-2, cuarto en 500 metros

Nadie esperaba una medalla de Alfredo Bea y David Mascato en los 500 metros de canoa (C-2) en aguas tranquilas. Y menos aún con un fuerte viento en contra que les perjudicaba por su poco peso corporal. Pero, tras lograr el cuartoº puesto, los dos palistas rompieron a llorar y no fue de alegría: "Sí, es un gran resultado, pero queríamos una medalla". En realidad, pensaban en su disgusto del sábado: novenos en los 1.000 metros, en los que sí aspiraban al bronce.Como Bea apenas podía hablar en su sollozo, Mascato explicó lo que les ocurrió el sábado: "Nuestra táctica era ir de menos a más. Pero l...

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Nadie esperaba una medalla de Alfredo Bea y David Mascato en los 500 metros de canoa (C-2) en aguas tranquilas. Y menos aún con un fuerte viento en contra que les perjudicaba por su poco peso corporal. Pero, tras lograr el cuartoº puesto, los dos palistas rompieron a llorar y no fue de alegría: "Sí, es un gran resultado, pero queríamos una medalla". En realidad, pensaban en su disgusto del sábado: novenos en los 1.000 metros, en los que sí aspiraban al bronce.Como Bea apenas podía hablar en su sollozo, Mascato explicó lo que les ocurrió el sábado: "Nuestra táctica era ir de menos a más. Pero los rumanos salieron lanzados en la calle de al lado y nos echaron todas las olas. Ahí se rompió el sueño de subir al podio". Su exigente entrenador, el letón Iván Klementiev, ganador de tres medallas olímpicas y 13 en los Campeonatos del Mundo, matizó: "Es un problema de flexibilidad mental. Hay que adaptarse a lo que ocurre en la regata, sin venirse abajo".

Ayer hubo otras dos finales con españoles: Jovino González fue sexto en K-1 500 e Isabel García y Belén Sánchez séptimas en K-2 500.

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