Editorial:

Terrorismo parasitario

La organización terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), nacida el 1 de octubre de 1975, está celebrando estos días sus bodas de plata colocando bombas en diversos lugares. Ayer lo hizo en la delegación del diario El Mundo en Barcelona, provocando cinco heridos leves y cuantiosos destrozos. La policía les atribuye, además de las explosiones registradas esta semana en empresas de trabajo temporal (una de sus especialidades), el atraco, el sábado pasado, en la misma Barcelona, a un furgón blindado (otra especialidad), del que se llevaron 3,5 millones de pe...

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La organización terrorista Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), nacida el 1 de octubre de 1975, está celebrando estos días sus bodas de plata colocando bombas en diversos lugares. Ayer lo hizo en la delegación del diario El Mundo en Barcelona, provocando cinco heridos leves y cuantiosos destrozos. La policía les atribuye, además de las explosiones registradas esta semana en empresas de trabajo temporal (una de sus especialidades), el atraco, el sábado pasado, en la misma Barcelona, a un furgón blindado (otra especialidad), del que se llevaron 3,5 millones de pesetas.Los GRAPO se han convertido en una banda que realiza atentados de supuesta significación sociopolítica para justificar los atracos con los que sobreviven sus componentes. No es la primera vez que el objetivo elegido a tal fin es un medio de comunicación. En esta ocasión, aprovechando de manera parasitaria las amenazas del mundo de ETA contra la prensa. Fines y medios se adecuan en este caso perfectamente. El fin de justificar el recurso al robo se alcanza por el procedimiento de atacar la libertad de expresión.

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