DEBATE DE POLÍTICA GENERAL

Zaplana ofrece "puntos de encuentro" en torno a la Acadèmia, el Estatut, financiación y cajas

Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, abrió y cerró su declaración en el primer debate de política general de la presente legislatura con sendas invitaciones al diálogo para alcanzar puntos de encuentro con la oposición en asuntos como la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, la reforma del Estatut, la financiación autonómica o el futuro de las cajas de ahorro. Y le tomaron la palabra. Joaquím Puig, en su estreno como portavoz socialista, ofreció un tono constructivo que forzó a Zaplana a asegurar sin mayor convicción: "Acojo esta nueva etapa con sincero entusiamo".
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Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, abrió y cerró su declaración en el primer debate de política general de la presente legislatura con sendas invitaciones al diálogo para alcanzar puntos de encuentro con la oposición en asuntos como la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, la reforma del Estatut, la financiación autonómica o el futuro de las cajas de ahorro. Y le tomaron la palabra. Joaquím Puig, en su estreno como portavoz socialista, ofreció un tono constructivo que forzó a Zaplana a asegurar sin mayor convicción: "Acojo esta nueva etapa con sincero entusiamo".

Zaplana se remontó a 1995, cuando accedió a la presidencia de la Generalitat, para ofrecer un feliz panorama de la evolución registrada en la Comunidad Valenciana y apuntó diversos compromisos políticos. Pero, sobre todo, se empeñó en insinuar la necesidad de colaborar con la oposición en asuntos de calado: "Me gustaría que hiciéramos un gran esfuerzo por acercar posiciones en algunas cuestiones básicas para nuestro futuro".En primer lugar la reforma del Estatut "presidida por el objetivo" de "fortalecer la identidad valenciana", que vinculó con el acuerdo de creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Pero la oferta de diálogo vino aparejada de una advertencia sobre los plazos para lograr un acuerdo.

En el posterior debate, Zaplana hizo cierta dejación de responsabilidades cuando sugirió a los socialistas: "Mi gobierno y el PP estarán en el techo que su partido sea capaz de alcanzar, ocúpese usted de su negociado que yo me ocupo del mío".

Zaplana desbordó el ámbito valenciano cuando sugirió un acuerdo sobre financiación autonómica que contribuya "al progreso de España". Según el presidente, su aspiración es garantizar la capacidad financiera y aumentar el nivel de recursos de los gobiernos regionales. En otro momento recordó que las transferencias del Estado a la Comunidad Valenciana se negociaron a la baja: "La Comunidad tiene un problema de financiación". Y sugirió que la Generalitat no puede afrontar los costes de la aplicación de la LOGSE, por ejemplo, sin recurrir a "fórmulas imaginativas" y, a la postre, al endeudamiento.

El presidente celebró el modelo sanitario implantado en el hospital de Alzira "mediante la colaboración del entre el sector público y la iniciatia privada" y apuntó que ha sido imitado en otros lugares del Estado

En la misma línea, Zaplana apeló a necesidad de implicar a la "iniciativa social" a la hora de sufragar los costes de los servicios sociales, una mención velada a la posibilidad de recurrir a los fondos de la Obra Social de las cajas de ahorro para subvencionar programas de la Consejería de Bienestar Social.

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El presidente aludió sin mayores precisiones a la "necesaria colaboración" entre las dos grandes cajas de ahorro valencianas y a la posibilidad de que "el acuerdo" entre las fuerzas políticas presida cualquier debate al respecto.

El impulso político que entrañarían los acuerdos en torno a las cuatro materias dió paso al segundo objetivo que quiso establecer el presidente: la consecución del pleno empleo en la Comunidad Valenciana. Zaplana desgranó la evolución de toda una serie de indicadores económicos positivos para defender su gestión durante los últimos cinco años. Una argumentación que la oposición contestó señalando indicadores relativos y poniendo en entredicho el carácter estructural de la bonanza que atraviesa la Comunidad. Ante las réplicas, Zaplana optó por la incredulidad: "Si el liderazgo de la Comunidad Valenciana es evidente, ¿qué quiere que yo le diga?".

Zaplana sí que agradeció el apoyo del portavoz socialista al tren de alta velocidad hasta Madrid o la apuesta inequívoca por los trasvases de agua desde el Ebro a las zonas deficitarias de la Comunidad Valenciana.

Presentó toda una serie de iniciativas de gobierno, desde un "plan de humanización" de la asistencia sanitaria, hasta la elaboración de una nueva ley de función pública que vendrá precedida, "en colaboración con los sindicatos", de las preceptivas ofertas de empleo público para paliar la precariedad en la Administración de la Generalitat, que afecta, dijo, a "más de 20.000 personas".

El presidente no mencionó la televisión autonómica en su primera intervención, pero tuvo que entrar en las réplicas para afirmar que "el modelo [de la programación] no ha cambiado" desde que accedió al poder en 1995.

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