Un calendario devastador y un goleador "para los leones"

"Raúl está para los leones", comentaba ayer un jugador del Madrid, alarmado ante el maltrecho estado físico del delantero y ante la voracidad de un calendario impuesto "por las televisiones". Éste es el sentimiento general en el vestuario, y Hierro lo refrendó: "Esta temporada nos va a pasar factura. Vamos a jugar entre siete y ocho partidos el primer mes de competición, entre Liga y Liga de Campeones. No habrá titulares fijos. Los 25 jugadores de la plantilla serán necesarios".La "factura" de la que habla Hierro llegará en forma de dolor: el cuerpo enciende la alarma. Luego se quiebra. "Pront...

"Raúl está para los leones", comentaba ayer un jugador del Madrid, alarmado ante el maltrecho estado físico del delantero y ante la voracidad de un calendario impuesto "por las televisiones". Éste es el sentimiento general en el vestuario, y Hierro lo refrendó: "Esta temporada nos va a pasar factura. Vamos a jugar entre siete y ocho partidos el primer mes de competición, entre Liga y Liga de Campeones. No habrá titulares fijos. Los 25 jugadores de la plantilla serán necesarios".La "factura" de la que habla Hierro llegará en forma de dolor: el cuerpo enciende la alarma. Luego se quiebra. "Pronto nos vamos a empezar a lesionar", avanza Helguera. "Y no habrá más remedio que rotar a todos los jugadores".

Raúl no es el único con problemas físicos en el Madrid. Es uno más en medio de un grupo dolorido. "Lo que pasa es que Raúl y Figo son los únicos que pueden decidir no jugar. El resto tenemos competencia", se lamenta un compañero.

Hasta los que no juegan habitualmente, como Solari, sienten las secuelas de la exigencia a la que se somete todo futbolista profesional: "Por la mañana, después de levantarnos, tardamos una media hora en caminar normalmente". A partir de ahí, se reproducen los problemas articulares, las contracturas, las inflamaciones. Y para inflamación, la que padece Roberto Carlos: desde hace meses el brasileño juega con el tendón rotuliano izquierdo al rojo vivo. Los médicos del Madrid saben que necesitaría "unos dos meses de descanso" para curarse. Pero es imposible. Manda un calendario devastador.