Vuelta ciclista al atasco

La última etapa de la Vuelta Ciclista a España que se disputó ayer en la capital se convirtió en una pequeña trampa para los cientos de conductores que que atravesaron el paseo del Marqués de Monistrol en sentido al puente de Segovia. El corte de las calles interiores de la Casa de Campo por el paso de los corredores impidió una circulación fluida en el paseo y motivó continuas retenciones durante toda la mañana. Fue el contrapunto a una jornada en la que se registraron pocas incidencias en el tráfico, según explicó ayer un portavoz del Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid.El atasco ...

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La última etapa de la Vuelta Ciclista a España que se disputó ayer en la capital se convirtió en una pequeña trampa para los cientos de conductores que que atravesaron el paseo del Marqués de Monistrol en sentido al puente de Segovia. El corte de las calles interiores de la Casa de Campo por el paso de los corredores impidió una circulación fluida en el paseo y motivó continuas retenciones durante toda la mañana. Fue el contrapunto a una jornada en la que se registraron pocas incidencias en el tráfico, según explicó ayer un portavoz del Centro de Pantallas del Ayuntamiento de Madrid.El atasco comenzó alrededor de las once de la mañana, cuando los cortes por la Vuelta Ciclista ya habían comenzado. Los problemas se iniciaron alrededor del desvío de la Dehesa de la Villa y se prolongaron hasta el desvío de subida del puente de Segovia. Los coches tardaron más de tres cuartos de hora en recorrer los menos de cuatro kilómetros que separan ambos puntos. Los vehículos no pasaban de 20 o 30 kilómetros por hora, mientras por los carriles contrarios la circulación tenía pocos problemas. Tan sólo el desvío hacia la Ciudad Universitaria y la Dehesa de la Villa presentaba algunos problemas.

También se registraron atascos en la entrada a la capital por el Arco de la Victoria, en la carretera de A Coruña (A-6). Al igual que en el paso de Juan Bravo, se aglomeró gran cantidad de público. Algunos vehículos que estaban aparcados en estas zonas fueron retirados por las grúas municipales.

Este panorama de arrancadas y paradas contrastaba con la circulación fluida y sin sobresaltos del resto de vías abiertas. La circulación de un fin de semana se reduce alrededor de un 40% con respecto a los días laborales. Ayer fue una excepción a esas cifras y el porcentaje aumentó hasta el 60%, según los primeros cálculos del Centro de Pantallas. Sólo dos pequeños alcances, en el túnel de Alfonso XII y en el puente de Eduardo Dato, crearon alguna retención en los diez pasos que tenían los conductores para salir del recorrido de la Vuelta. "Esto se ha parecido más al día sin coches [que se celebra el próximo viernes] que a un domingo con una etapa final de la vuelta. Había muchos lugares donde ir, como la fiesta del PCE o el Rastro, y la gente ha decidido dejar el coche en casa", explicó Javier Leralta, del Centro de Pantallas.

Conforme pasaba la mañana, el tramo del Marqués de Monistrol fue recuperando la normalidad y alrededor de las cuatro de la tarde la circulación era casi fluida. La Casa de Campo ofrecía ayer una imagen distinta. Miles de vehículos llenaron las cunetas de los viales internos del bosque y resultaba casi una misión imposible aparcar el coche en un lugar cercano al recorrido. Los agentes de la Patrulla Verde de la Policía Municipal se encargaron de desviar el tráfico para que los coches no se toparan con la cintas de la Vuelta.

Las prostitutas que habitualmente están en la Casa de Campo abandonaron ayer sus puestos por la ronda ciclista. En ningún vial de esta zona verde se las pudo ver. Un portavoz de la Policía Municipal aseguró que las meretrices se habían ido "por su propia voluntad", ya que los agentes locales no tenían órdenes de echarlas del recorrido de la Vuelta.

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