Atado a la búlgara

El PP tomó ayer en su congreso catalán medidas más propias de unanimidades a la búlgara que del anhelado centro reformista. Los delegados votaron la única candidatura a dirigir el PP en una veintena de urnas repartidas por el Palacio de Congresos Juan Carlos I. Cada urna recogía tres distritos o comarcas. De esta manera, el voto depositado era casi un secreto a voces. El reglamento del congreso del PP -cuyo contenido no ha sido facilitado-, no preveía que las enmiendas llegasen al pleno. Las firmas necesarias para presentarse como candidatos pasaron en 24 horas de 50 a 110. Ninguna candidatura...

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El PP tomó ayer en su congreso catalán medidas más propias de unanimidades a la búlgara que del anhelado centro reformista. Los delegados votaron la única candidatura a dirigir el PP en una veintena de urnas repartidas por el Palacio de Congresos Juan Carlos I. Cada urna recogía tres distritos o comarcas. De esta manera, el voto depositado era casi un secreto a voces. El reglamento del congreso del PP -cuyo contenido no ha sido facilitado-, no preveía que las enmiendas llegasen al pleno. Las firmas necesarias para presentarse como candidatos pasaron en 24 horas de 50 a 110. Ninguna candidatura alternativa le disputó el poder a Alberto Fernández Díaz. La mayoría de los 1.107 delegados han sido elegidos sin asambleas, sino a propuesta de las direcciones locales.

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