Putin impone una nueva doctrina para controlar la información en los medios rusos

Rusia, por primera vez, ha aprobado una "doctrina de seguridad de la información" que ha causado gran revuelo en algunos medios democráticos: temen que se trate de un paso más en los intentos del Kremlin de limitar la libertad de prensa. El texto, de unas cuarenta páginas, deberá desarrollarse en otros documentos. Es en éstos, en las leyes que hará aprobar el Gobierno, en los que se concretarán las limitaciones a la libertad de prensa, aseguran defensores de los derechos humanos y demócratas. La nueva doctrina incluye impedir "la divulgación de desinformación sobre la política rusa".

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Rusia, por primera vez, ha aprobado una "doctrina de seguridad de la información" que ha causado gran revuelo en algunos medios democráticos: temen que se trate de un paso más en los intentos del Kremlin de limitar la libertad de prensa. El texto, de unas cuarenta páginas, deberá desarrollarse en otros documentos. Es en éstos, en las leyes que hará aprobar el Gobierno, en los que se concretarán las limitaciones a la libertad de prensa, aseguran defensores de los derechos humanos y demócratas. La nueva doctrina incluye impedir "la divulgación de desinformación sobre la política rusa".

"El fortalecimiento de los medios de comunicación gubernamentales" es uno de los principales objetivos declarados en la doctrina de la seguridad de la información y significa un serio cambio en relación a lo estipulado por la ley de 1995 en la que el Estado se comprometía a apoyar por igual a todos. Los autores del nuevo documento doctrinario consideran necesario "precisar el estatuto de los medios de comunicación y periodistas extranjeros, así como de los inversores al atraer inversiones extranjeras para el desarrollo de la infraestructura informativa de Rusia". Pocos dudan de que "precisar" se utiliza en la doctrina como sinónimo de "limitar", lo que contradice al artículo 55 de la actual Ley sobre Medios de Comunicación, que da el mismo estatuto a los rusos y extranjeros.

Además, sostienen que hay que impedir "la divulgación de desinformación sobre la política de Rusia y sobre las actividades de los órganos de poder". Por lo mismo, consideran que hay que multiplicar "la actividad contrapropagandística destinada a evitar las consecuencias negativas de la desinformación sobre la política interna de Rusia". Kommersant comenta irónicamente que el deseo del Kremlin de quitar a Borís Berezovski las acciones del primer canal (ORT) puede ser para impedir que se desinforme y el ocultamiento de lo que pasó con el submarino Kursk, para evitar esas "consecuencias negativas de la desinformación".

La doctrina aprobada por el presidente Vladímir Putin tiene ya el carácter de instrucciones para las instituciones estatales, pero como ello es a todas luces insuficiente para garantizar el control total, se pronostica una próxima revisión de todas las leyes relacionadas con los medios. "Uno diría que la doctrina está pensada más para defender al Estado de la gente que para proteger a la gente del Estado", comentó Alexéi Símonov, presidente de la Fundación de Defensa de la Transparencia. Putin, no obstante, aseguró que quiere medios independientes.

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