Cartas al director

Transporte de perros

El pasado día 20 de agosto realicé con mi perro el trayecto Mahón-Valencia en un barco de la compañía Trasmediterránea. El viaje tuvo una duración de 15 horas y 30 minutos de navegación.Una vez en el barco, a los perros se les acomoda en unas jaulas ubicadas en la zona en la que se sitúan todos los vehículos transportados. Este recinto, en el que se han ido condensando todos los gases expulsados por los motores de los coches durante el embarque, una vez realizado el mismo y cerrada la compuerta, permanece herméticamente cerrado durante la travesía, sin ningún tipo de ventilación ni aireación. ...

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El pasado día 20 de agosto realicé con mi perro el trayecto Mahón-Valencia en un barco de la compañía Trasmediterránea. El viaje tuvo una duración de 15 horas y 30 minutos de navegación.Una vez en el barco, a los perros se les acomoda en unas jaulas ubicadas en la zona en la que se sitúan todos los vehículos transportados. Este recinto, en el que se han ido condensando todos los gases expulsados por los motores de los coches durante el embarque, una vez realizado el mismo y cerrada la compuerta, permanece herméticamente cerrado durante la travesía, sin ningún tipo de ventilación ni aireación. Es demencial que las jaulas de los animales estén situadas en este compartimiento, en el que la temperatura durante todo el trayecto fue asfixiante.

Lo pude observar personalmente porque a las ocho de la tarde y a las tres de la madrugada bajé a este recinto para comprobar el estado de mi perro, seriamente preocupada y angustiada por las condiciones en que estaba viajando. El ambiente era el de una auténtica sauna, agobiante, faltaba el aire para respirar, y yo permanecí escasamente dos o tres minutos, no las quince horas y media que se vieron obligados a soportar los perros que embarcaron en Mahón; estuve el tiempo imprescindible para arrojarle un poco de agua fresca a través de los barrotes de la jaula, una escena totalmente deprimente.

Transportar a los animales en esas condiciones es una crueldad que no se puede consentir. Ignoro si se han producido muertes o situaciones críticas en alguna ocasión; desde luego, que no se presentara algún problema ese día me pareció milagroso. El sufrimiento sin embargo lo tuvieron asegurado, porque los animales, al igual que los humanos, experimentan frío, calor, hambre, incertidumbre y angustia. Desgraciadamente, demasiadas personas con puestos de responsabilidad todavía no se han dado por enteradas.

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Si la compañía Trasmediterránea no es capaz de habilitar una zona en la que los animales puedan viajar en unas condiciones dignas y sin riesgo de poner en peligro su vida, no es correcto que ofrezcan este servicio.- Concepción Morales Badía. Madrid.

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