Entrevista:ESMERALDA GRAOCANTANTE Y COMPOSITORA

"Para apreciar Madrid, hay que salir de viaje a menudo"

Para desviar el tema de la edad, Esmeralda Grao recurre a una frase que aprendió de su madre: "Tengo la que aparento". Es una forma feliz de aceptar que empieza a ser alguien en el mundo de la música no precisamente con poquitos años. Y es que Esmeralda Grao, nacida en Orihuela, lleva ya unos cuantos años de lucha, en los que ha puesto su voz en grabaciones de Nacho Cano, Serrat, Enrique Iglesias o Malú, ha participado en las bandas sonoras de Zapping, Como un relámpago o Entre las piernas y ha salido de gira con Celia Cruz, Caco Senante, Nacho Cano o Marta Sánchez. Vino h...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Para desviar el tema de la edad, Esmeralda Grao recurre a una frase que aprendió de su madre: "Tengo la que aparento". Es una forma feliz de aceptar que empieza a ser alguien en el mundo de la música no precisamente con poquitos años. Y es que Esmeralda Grao, nacida en Orihuela, lleva ya unos cuantos años de lucha, en los que ha puesto su voz en grabaciones de Nacho Cano, Serrat, Enrique Iglesias o Malú, ha participado en las bandas sonoras de Zapping, Como un relámpago o Entre las piernas y ha salido de gira con Celia Cruz, Caco Senante, Nacho Cano o Marta Sánchez. Vino hace seis años a Madrid con una guitarra y muchas ilusiones, y ese mismo año ganó el Festival de Benidorm con Fuego y miel, una canción de Rosana, una desconocida entonces, de la que no guarda buen recuerdo. En los bares de Madrid ha logrado hacerse un nombre que ha hecho que una compañía se fijara en ella y le grabara Tan dentro. Pregunta. ¿Otra cantautora más?

Respuesta. No voy a entrar en la polémica del término. Soy una persona que canta, que hace canciones. Y no es que después de hacer colaboraciones con otros artistas y bandas sonoras decidiera hacer algo sola, es que ya lo hacía mientras tanto. Imagínate, a los ocho años empecé a tocar la guitarra.

P. ¿Para qué le sirvió ganar el Festival de Benidorm en 1994?

R. Para espabilarme un poco. Lo gané a los cuatro meses de llegar a Madrid. Me dejé engañar por Rosana y su editor, que me aconsejaron que, puesto que yo no sabía nada de este negocio, dejara todo en sus manos. No hicieron nada por mí y no me hacían llegar el interés que tenían por mí algunas compañías para grabarme y muchos medios para entrevistarme.

P. Eso suena a acusación en toda la regla.

R. No. Lo digo ya sin acritud ni rencor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Aporta usted algo nuevo a los cantautores?

R. Quizá un sentido más amplio del espectáculo. El cantautor suele ser una persona que se recrea en unos textos muy cuidados bastándose solo con un taburete y una guitarra. Yo voy con banda, mi sonido puede ser más soul, rock o funky.

P. Creo que en su disco hay un exceso de producción que no refleja ese animal que lleva usted dentro cuando sale a un escenario.

R. Todo es opinable, claro, y es posible que Tan dentro no sea el disco que hubiera soñado del todo, pero es el que tengo que defender.

P. ¿Le resulta Madrid tan fascinante como lo encontró hace seis años?

R. Sí, pero, cuando te acostumbras a vivir aquí, le sacas los inconvenientes. Es una ciudad ideal para vivir, pero hay que salir de ella a menudo para hacerla soportable. Cuanto más viajo, más aprecio Madrid.

Esmeralda Grao actúa los días 6 y 7 en Honky Tonk (Covarrubias, 24. Metro Bilbao), a las 24.00. Libre.

Archivado En