Un Boeing 747 con 213 pasajeros regresa a Barajas por segunda vez por una avería en el mismo motor

Dos veces la misma avería y en menos de 17 horas. Un Boeing 747 de Iberia, con destino a La Habana (Cuba), regresó ayer por la mañana de nuevo al aeropuerto de Barajas después de que el comandante del avión detectara por segunda vez una avería en el motor derecho. La aeronave, que transportaba a 213 pasajeros, ya se vio obligada a volver al aeródromo madrileño el viernes a los 90 minutos de despegar. En esta semana han sido cinco los aviones que han retornado a Barajas.El Boeing 747 despegó el viernes a las 16.39 de Barajas. Cuando llevaba una hora en el aire, el comandante detectó una avería ...

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Dos veces la misma avería y en menos de 17 horas. Un Boeing 747 de Iberia, con destino a La Habana (Cuba), regresó ayer por la mañana de nuevo al aeropuerto de Barajas después de que el comandante del avión detectara por segunda vez una avería en el motor derecho. La aeronave, que transportaba a 213 pasajeros, ya se vio obligada a volver al aeródromo madrileño el viernes a los 90 minutos de despegar. En esta semana han sido cinco los aviones que han retornado a Barajas.El Boeing 747 despegó el viernes a las 16.39 de Barajas. Cuando llevaba una hora en el aire, el comandante detectó una avería y decidió volver. El segundo incidente se produjo ayer sábado a las 10.30, media hora después de haber despegado. El comandante notó de nuevo unas vibraciones en el motor y decidió regresar. Por la megafonía del aparato se informó de que antes se iba a tirar el combustible sobrante para aligerar el peso del avión. El aeropuerto activó la denominada "alerta local", que moviliza a bomberos, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, ambulancias y servicio de seguridad, por si se produjera un accidente. Al final no fue necesaria su intervención ya que el aterrizaje se efectuó sin problemas.

Un portavoz de Iberia aseguró ayer que el motor del jumbo se arregló y se comprobó su funcionamiento durante la noche del sábado. En ese tiempo no registró ningún fallo.

Los pasajeros se quejaron ayer de "la falta de previsión de Iberia" por no haber fletado otra aeronave que no diera problemas a los viajeros. Aseguraron que el trato por parte de la compañía fue "bueno", pero que este retraso de casi dos días les había ocasionado graves trastornos en sus vacaciones. "No se dieron situaciones de pánico o de histerismo, pero la gente estuvo muy callada cuando el avión giró y enfiló hacia Madrid. Todos teníamos bastante miedo", señaló Álvaro Pérez Sevilla, un pasajero del vuelo 6625 de Iberia. "Sobre todo ha habido una sensación de malestar general porque, después de perder una noche en Madrid, no nos esperábamos que el avión tuviera el mismo fallo que ayer. No parece muy lógico", apuntó su compañero de viaje Aneury Felipe Torrientes.

En el vuelo se dieron casos más dramáticos, como el de una pasajera que transportaba unos medicamentos urgentes para un niño de La Habana. La vida del pequeño corría peligro, según explicaron otros viajeros, por lo que decidió embarcar en un vuelo de otra compañía.

Incertidumbre

"Durante este tiempo se notaba, sobre todo, la incertidumbre de la gente, que muchas veces se mezclaba con el enfado por perder días de vacaciones. Cuando despegamos, ya vimos que algo no iba bien, porque el avión no subía ni lo suficiente ni tan rápido como otras veces", explicaba Alejandro Blatner, un turista canario que iba a pasar seis días en Cuba. "Para una vez que cojo vacaciones, me ocurre esto. Ahora sólo espero llegar cuanto antes y disfrutar todo lo que pueda de los días que me quedan", se lamentaba. Iberia fletó por la tarde otro jumbo que partió de Barajas a las 16.45. Algunos viajeros decidieron suspender sus vacaciones ante el temor de que se repitan las averías del Boeing 747. "Entiendo su temor, sobre todo después del accidente del Concorde [114 personas murieron cerca del aeropuerto Charles de Gaulle de París]", recordó Blatner.

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Entre los pasajeros del vuelo 6625 se encontraba un grupo de ocho cubanos que llegaron a Madrid el viernes procedentes de Ginebra (Suiza). Tuvieron que pasar la noche en Barajas, ya que carecían del visado necesario para entrar en territorio español.

Un portavoz de Iberia reiteró ayer que el regreso del Boeing 747 no supuso ningún riesgo para los pasajeros.

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