La explosión causa destrozos en una decena de edificios de Chamartín
El atentado de ayer es el sexto que padece el distrito de Chamartín en los últimos 15 años. La explosión causó destrozos en una decena de edificios y al menos a una veintena de viviendas. La explosión reventó una tubería del Canal de Isabel II y provocó una riada en la calle de los Caídos de la División Azul que, a su vez inundó el cruce con la avenida de Pío XII, formando una impresionante laguna.Unas 20 viviendas próximas a la de Platerías 4, donde estaba ubicado el coche bomba, sufrieron graves daños por la explosión. Sus ventanas se reventaron y la onda expansiva arrasó el interior de las ...
El metro, cerrado
El atentado de ayer es el sexto que padece el distrito de Chamartín en los últimos 15 años. La explosión causó destrozos en una decena de edificios y al menos a una veintena de viviendas. La explosión reventó una tubería del Canal de Isabel II y provocó una riada en la calle de los Caídos de la División Azul que, a su vez inundó el cruce con la avenida de Pío XII, formando una impresionante laguna.Unas 20 viviendas próximas a la de Platerías 4, donde estaba ubicado el coche bomba, sufrieron graves daños por la explosión. Sus ventanas se reventaron y la onda expansiva arrasó el interior de las casas, descolgó lámparas, cristales y demás mobiliario. Las fachadas de algunos inmuebles mostraban los impactos de la metralla. El Ayuntamiento de Madrid se ofreció para dar alojamiento a algunos vecinos afectados por la explosión, pero a las 22.00 de ayer ninguno solicitó esa asistencia.
Una vecina de la calle de los Caídos de la División Azul comentó que la policía había ordenado a los albañiles que trabajaban en una obra en su casa que la desalojaran sólo tres minutos antes del estallido. Según declaró esta residente, los agentes llamaron a su vivienda a través del portero automático. "Nos dijo algo así como 'salgan de la casa, que han puesto una bomba aquí cerca y corren peligro". La mujer escuchó la explosión sólo tres minutos después de abandonar precipitadamente su vivienda.
Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid usaron coches con escaleras para acceder a las fachadas de los edificios y retirar los cristales rotos, restos de persianas y elementos ornamentales deteriorados para evitar que cayeran sobre los transeúntes en la calzada.
Un bar de tapas de la cercana plaza del Duque de Pastrana y un gimnasio de la calle de Platerías quedaron arrasados por la onda expansiva.
La empresa Metro de Madrid cerró durante tres horas la estación de Duque de Pastrana, situada apenas a medio centenar de metros de donde estalló el coche bomba, pero mantuvo el servicio en la línea 9. La estación se cerró entre las 18.30 y las 21.30 por motivos de seguridad, para evitar que algún viajero saliera por la boca del metro hacia el lugar del atentado. Los trenes seguían circulando por la línea. La estación de metro de Duque de Pastrana está entre las de Plaza de Castilla y Pío XII.Las fuerzas de seguridad montaron la operación Jaula instantes después del atentado en un intento de interceptar a los terroristas. Los controles en las carreteras de salida a Madrid provocaron algunas retenciones inesperadas, puesto que, incluso en hora punta, es muy poco habitual que en pleno mes de agosto se formen atascos. Las más afectadas fueron la carretera de Burgos, la autovía de circunvalación M-30 y la carretera de Barcelona.