Generosidad

Durante estos meses de verano, muchos jóvenes (me atrevería a decir que varias decenas de miles) han cambiado su veraneo por colaborar en los llamados campos de trabajo, bien dentro de España, con labores de restauración y mejora en distintos pueblos, bien fuera de nuestras fronteras, México, Guatemala, Nicaragua, Polonia, etcétera, como voluntarios, prestando atención a personas (principalmente, niños) que viven en condiciones de absoluta pobreza, sin apenas atención sanitaria y, por supuesto, sin formación docente.Sirvan estas líneas para agradecerles su generosidad, con la convicción de que...

Durante estos meses de verano, muchos jóvenes (me atrevería a decir que varias decenas de miles) han cambiado su veraneo por colaborar en los llamados campos de trabajo, bien dentro de España, con labores de restauración y mejora en distintos pueblos, bien fuera de nuestras fronteras, México, Guatemala, Nicaragua, Polonia, etcétera, como voluntarios, prestando atención a personas (principalmente, niños) que viven en condiciones de absoluta pobreza, sin apenas atención sanitaria y, por supuesto, sin formación docente.Sirvan estas líneas para agradecerles su generosidad, con la convicción de que para muchos de ellos será el "verano de su vida" (de hecho, la mayor parte de ellos vuelve a repetir la experiencia), y animar a las comunidades autónomas y a las distintas ONG que coordinan estas actividades a que sigan promocionando las mismas.-