Alcalá regalará agua embotellada a quienes la reciben con olor a gasóleo

El Ayuntamiento de Alcalá facilitará gratuitamente agua potable de otra procedencia, probablemente embotellada, a las 25 comunidades de vecinos -en las que viven alrededor de 500 familias- que denunciaron los días 15 y 29 de julio que el agua que salía de sus grifos olía a gasóleo. Cómo lo hará aún está por decidir. Ayer, por tercer día consecutivo, el agua volvía a ser inodora, pero los residentes afectados no se fían y continúan comprando agua mineral. Tras reunirse ayer con el edil de Ciudad Saludable, Salvador Guardiá (IU), pidieron al Consistorio que determine en un bando si el agua del g...

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Rectificación

El Ayuntamiento de Alcalá facilitará gratuitamente agua potable de otra procedencia, probablemente embotellada, a las 25 comunidades de vecinos -en las que viven alrededor de 500 familias- que denunciaron los días 15 y 29 de julio que el agua que salía de sus grifos olía a gasóleo. Cómo lo hará aún está por decidir. Ayer, por tercer día consecutivo, el agua volvía a ser inodora, pero los residentes afectados no se fían y continúan comprando agua mineral. Tras reunirse ayer con el edil de Ciudad Saludable, Salvador Guardiá (IU), pidieron al Consistorio que determine en un bando si el agua del grifo se puede beber o no. Guardiá reiteró a los vecinos que si notan olor en el agua es mejor que no la beban ni la usen para cocinar o lavar alimentos. También insistió en que todavía no se puede determinar si el vital líquido contenía el pasado sábado gasóleo u otro elemento extraño, puesto que los análisis de las muestras que se tomaron no estarán listos, al menos, hasta el lunes. Los vecinos pidieron que, entretanto, se les suministre gratuitamente agua embotellada o que se la lleven de otro sitio en cisternas. El alcalde, el socialista Manuel Peinado (PSOE), manifestó ayer a EL PAÍS que lo harían, pero que antes tienen que estudiar y arbitrar cómo.

La mayoría de los vecinos admite que el agua ya no huele. Algunos indicaron ayer que sí, pero se negaron a facilitar el acceso a sus casas para comprobarlo. Todos están nerviosos. Tienen en su recuerdo la epidemia de legionella que en 1996 provocó varias muertes en la zona, aun cuando ambos asuntos no guardan relación entre sí, pues aquello se debió a una bacteria propagada por aspersores de torres de refrigeración de agua.

Guardiá insistió en que "el Ayuntamiento está aún investigando. Existe la posibilidad, pero no puede afirmarse con certeza, de que el origen del problema esté en un depósito de gasóleo, situado en el barrio, que tiene una fuga", añadió. El edil rectificó respecto a la ubicación del depósito. No está en el colegio de Nuestra Señora de la Providencia, sino en un edificio anejo, conocido como "la casa diocesana". Este periódico intentó ayer, sin éxito, verificar esta información con el obispado.Hay datos a favor y en contra de esta sospecha. Vecinos de la zona indicaron que el caserón alberga encuentros religiosos durante los fines de semana, por lo que de usar el gasóleo, por ejemplo, para calentar el agua, lo harían estos días. Los dos episodios de mal olor denunciados se han registrado en sábados. En contra está la dificultad de determinar cómo se ha filtrado el gasóleo a las conducciones de agua, en las que la presión es de cuatro kilos por centímetro cuadrado. El Ayuntamiento ha puesto válvulas antirretorno en éste y en otros cuatro depósitos de gasóleo de edificios del barrio.

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