Reportaje:VERANO2000OFICIOS VERANIEGOS SOCORRISTA - Alonso Vizuete

La responsabilidad de asegurar la diversión

A las once de la mañana, cuando se abren al público las puertas de Guadalpark, Alonso Vizuete Sánchez, socorrista de 22 años, lleva ya trabajando más de hora y media. Aunque en los 13 años de funcionamiento del parque acuático de Sevilla nunca ha habido que lamentar un accidente grave, todas las atracciones del recinto deben ser revisadas cada mañana."Es mucha responsabilidad. Hay gente que nos ve como a niños guapos que pasamos el verano ligando mientras trabajamos, pero detrás hay horas y horas de preparación", asegura Alonso.Además de las preceptivas pruebas físicas y teóricas que tienen qu...

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A las once de la mañana, cuando se abren al público las puertas de Guadalpark, Alonso Vizuete Sánchez, socorrista de 22 años, lleva ya trabajando más de hora y media. Aunque en los 13 años de funcionamiento del parque acuático de Sevilla nunca ha habido que lamentar un accidente grave, todas las atracciones del recinto deben ser revisadas cada mañana."Es mucha responsabilidad. Hay gente que nos ve como a niños guapos que pasamos el verano ligando mientras trabajamos, pero detrás hay horas y horas de preparación", asegura Alonso.Además de las preceptivas pruebas físicas y teóricas que tienen que superar para obtener el título de socorrista, los 40 que velan por la seguridad de los visitantes de Guadalpark entrenan tres días a la semana, durante una hora y media, en el propio parque.

Éste es el sexto verano que Alonso trabaja como socorrista del parque acuático más grande de Andalucía y ya es uno de los dos ayudantes de Mercedes Vergara, la jefa del departamento de socorrismo.

Antes de llegar a Guadalpark, este estudiante de Empresariales trabajó en una piscina privada, un puesto más tranquilo, pero "demasiado monótono".

En el parque acuático parece difícil caer en la rutina. "Todos los días viene gente nueva, y eso dificulta el trabajo, pero lo hace más dinámico". Aún así, para evitar cualquier indicio de aburrimiento, los 40 socorristas de Guadalpark ocupan cada jornada un puesto de trabajo diferente y rotan los turnos horarios. Cada atracción está vigilada al menos por dos personas, una en la salida y otra en la recepción. "El parque es segurísimo", advierte Alonso, "jamás ha ocurrido nada mínimamente serio".

Los accidentes más frecuentes no pasan de resbalones sin importancia o de lipotímias debido al exceso de sol. "Hay niñas que se pasan todo el día corriendo, esperando en las colas o tomando el sol, pero que no comen para no engordar. Al final acaban en el servicio médico", comenta.

De todas formas, Alonso asegura que la población está cada vez "más concienciada". "Ahora todo el mundo trae cremas protectoras, se ducha antes de meterse en el agua para evitar cambios bruscos de temperaturas y sigue los consejos que damos por megafonía. Hace unos años la gente era muy imprudente".

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