Los trabajadores marroquíes y peruanos cobran en Madrid menos que los españoles
El sueldo mensual medio de los inmigrantes peruanos y marroquíes residentes en Madrid es de 106.000 pesetas, 98.000 entre los andinos y 114.700 para los magrebíes, según un estudio de la Universidad Pontificia de Comillas sobre el impacto económico de la inmigración y los gastos e ingresos de los extranjeros. Los autores comparan estos datos, obtenidos de un sondeo a 390 inmigrantes peruanos y marroquíes, con los de la encuesta sobre salarios en 1999 del Instituto Nacional de Estadística (INE), según la cual un español gana una media de 134.015 pesetas al mes en los servicios y 158.421 en la c...
El sueldo mensual medio de los inmigrantes peruanos y marroquíes residentes en Madrid es de 106.000 pesetas, 98.000 entre los andinos y 114.700 para los magrebíes, según un estudio de la Universidad Pontificia de Comillas sobre el impacto económico de la inmigración y los gastos e ingresos de los extranjeros. Los autores comparan estos datos, obtenidos de un sondeo a 390 inmigrantes peruanos y marroquíes, con los de la encuesta sobre salarios en 1999 del Instituto Nacional de Estadística (INE), según la cual un español gana una media de 134.015 pesetas al mes en los servicios y 158.421 en la construcción.
El 40% de los 390 inmigrantes encuestados en 1999 para el estudio del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de Comillas, dirigido por Rosa Aparicio y coordinado por Andrés Tornos, gana, según su testimonio, entre 81.000 y 120.000 pesetas al mes. Otro 30% ingresa menos de 80.000 pesetas, y el resto (un 30%) más de 120.000.La comparación con datos del INE, que corresponden a los sueldos de los españoles y no de los madrileños se debe, según los autores de este informe subvencionado por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso), a que la Comunidad de Madrid carece de datos actualizados.
"Pese a lo que se suele pensar, los inmigrantes con un cierto arraigo no son personas en una situación miserable sino en condiciones similares a la clase obrera o media baja española. Aunque también es cierto que todos pasan uno o dos años muy duros hasta que consiguen un trabajo, papeles o una vivienda, aunque sea compartida", afirma Tornos.
El 75% de los 390 encuestados (294) tenían permiso de residencia y el resto (salvo 59 que carecían de permisos) lo estaban tramitando. La mitad eran varones. Por edades, la mayoría tenía de 21 a 40 años, con un número similar de casados y de solteros.
El 72% llevaban en España más de dos años y el 84% trabajaba en el momento de la encuesta. Entre los marroquíes sondeados las principales ocupaciones eran el servicio doméstico (un 24%, todas mujeres), la hostelería (un 18%) y la construcción (un 17,3%). Entre los peruanos, la mitad (51%) se dedicaban al servicio doméstico; un 12% a la hostelería y un 7,5% estaban empleados como repartidores. En el área de la construcción se emplean un 6,9%.
De los peruanos sólo un 11% vivía sólo; un 50% residía con su familia (sea ésta su pareja o su pareja y sus hijos) y el resto con otros paisanos o compañeros de piso. Entre los marroquíes había menos residiendo sólos (un 5%); un 70% vivía con su familia y un 35% con amigos o paisanos.
En el hogar de estos inmigrantes normalmente suele haber más de un sueldo, a veces el del marido y la mujer y otras veces el de dos adultos que comparten piso o incluso habitación sin ser familia. Para conocer el total de ingresos que entran en cada hogar, los autores del estudio han sumado el dinero que gana cada encuestado (siempre según su propio testimonio) con el que declaran que ganan el resto de las personas con las que convive.
A partir de esos datos los autores llegan a la conclusión de que en la media de las unidades de convivencia (familiares o no) de inmigrantes marroquíes asentados en Madrid se ingresan unas 290.900 pesetas netas al mes (3.490.800 al año) y en los hogares peruanos 299.300 pesetas (3.591.600 al año).
Los gastos anuales de estas familias y otras unidades de convivencia son algo inferiores a los ingresos: de unos 3.265.061 pesetas en los hogares marroquíes y de 3.440.600 en los peruanos. El principal gasto es la vivienda. Cada hogar marroquí invierte unas 42.000 pesetas mensuales en ella y 50.800 las peruanas. Esa cifras no concuerdan con el precio de los alquileres. La explicación es, según Tornos, que muchos inmigrantes viven en una habitación de un piso compartido "y computan como gasto de vivienda lo que les cuesta el cuarto".
Los gastos en alimentación ocupan el segundo puesto (34.800 pesetas al mes los hogares marroquíes y 37.200 los peruanos). A los autores del estudio les sorprenden las elevadas cuantías que los entrevistados incluyen en el ambiguo capítulo de "otros gastos": 86.300 pesetas mensuales los marroquíes y 96.500 los peruanos. "Creemos que se refieren al dinero que envían a sus familiares en el país de origen", concluyen.