35º CONGRESO DEL PSOE

Bono: "No me hagan preguntas porque hoy no es mi día"

"No me hagan preguntas, porque hoy no es mi día". José Bono, presidente de Castilla-La Mancha y el candidato con mayores expectativas de triunfo en la competición por la secretaría general, asumió su derrota en una breve comparecencia ante los periodistas, en la que no permitió que se le hicieran preguntas, ya que lo único que pretendía era fecilitar "muy sinceramente" a José Luis Rodríguez Zapatero y ofrecerle la máxima lealtad "como militante socialista".Bono quiso trasladar públicamente a los votantes socialistas y al conjunto de los españoles y delegados que había perdido y que quería feli...

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"No me hagan preguntas, porque hoy no es mi día". José Bono, presidente de Castilla-La Mancha y el candidato con mayores expectativas de triunfo en la competición por la secretaría general, asumió su derrota en una breve comparecencia ante los periodistas, en la que no permitió que se le hicieran preguntas, ya que lo único que pretendía era fecilitar "muy sinceramente" a José Luis Rodríguez Zapatero y ofrecerle la máxima lealtad "como militante socialista".Bono quiso trasladar públicamente a los votantes socialistas y al conjunto de los españoles y delegados que había perdido y que quería felicitar al nuevo secretario general. "Lo ha hecho bien, y cuando se gana hay que reconocerlo. Lo que digo no es una formalidad, y el que me conozca lo sabrá".

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También felicitó a los 405 delegados que le han respaldado en estas reñidas elecciones, y les envió un mensaje: "Lo único que les pido, y no les pediré nunca nada más, es que apoyen con toda lealtad al nuevo secretario general para que gane las próximas elecciones generales". De la conversación que minutos antes había tenido con Zapatero sólo reveló que le había dicho que cuente "con un José Bono militante socialista". Y eludió contestar a los periodistas, "no por descortesía". "Hoy no me hagan preguntas", razonó, "porque no es mi día".

Los minutos posteriores a la elección del nuevo secretario general se habían vivido con gran intensidad en las oficinas electorales de Zapatero y Bono. En los tan sólo 30 metros que distaban entre el cuartel general de uno y otro candidato se palpaba, por un lado, la euforia y, por otro, la desolación. Las felicitaciones y los abrazos entre los colaboradores de Zapatero se multiplicaban por momentos y gran parte de ellos se dirigían hacia la esposa del diputado leonés.

Belloch consuela a Bono

A los pocos minutos empezó a correr el champán, mientras al otro lado del pasillo de la segunda planta del Palacio Municipal de Congresos cundían las caras largas y la resignación entre los colaboradores de Bono, quien se enteró del resultado en su oficina. El presidente del PSOE de Aragón, Juan Alberto Belloch, fue a darle ánimos a los pocos minutos de que se confirmara la derrota. Luego entraron en la oficina de Bono la eurodiputada Francisca Sauquillo y el líder de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky.Tras casi media hora, Bono abandonó su despacho entre aplausos de sus seguidores y entró en el Plenario acompañado por Belloch. Durante esos treinta minutos Bono intentó contactar por teléfono con Zapatero, quien ni siquiera logró subir a su oficina debido al revuelo que se formó en el hall tras conocerse el resultado de la votación. Los esfuerzos de Bono para hablar con Zapatero fueron inútiles, debido a problemas con su teléfono. Al final, un colaborador del diputado leonés hizo de mediador y cedió su móvil para que Bono pudiera felicitar por fin al nuevo secretario general.

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