Bruselas aprueba un proyecto de presupuesto muy restrictivo para el año próximo
Los Quince aprobaron ayer en primera lectura una propuesta de presupuesto muy restrictivo para el ejercicio 2001, con un aumento de sólo un 1,4% en los llamados gastos no obligatorios, por debajo de la inflación del 1,7% registrada en 1999 y probablemente muy lejos de la tasa con la que se cerrara este año, que está ya en el 2,4%. La propuesta aprobada por el Consejo de Ministros ha de ir ahora al Parlamento, volver al Consejo y pasar luego una segunda lectura en el Parlamento, en diciembre.Las grandes cifras aprobadas por los ministros de Presupuestos elevan a 95.867 millones de euros (15,95 ...
Los Quince aprobaron ayer en primera lectura una propuesta de presupuesto muy restrictivo para el ejercicio 2001, con un aumento de sólo un 1,4% en los llamados gastos no obligatorios, por debajo de la inflación del 1,7% registrada en 1999 y probablemente muy lejos de la tasa con la que se cerrara este año, que está ya en el 2,4%. La propuesta aprobada por el Consejo de Ministros ha de ir ahora al Parlamento, volver al Consejo y pasar luego una segunda lectura en el Parlamento, en diciembre.Las grandes cifras aprobadas por los ministros de Presupuestos elevan a 95.867 millones de euros (15,95 billones de pesetas) los créditos de compromiso, lo que significa un recorte de 1.079 millones de euros sobre el anteproyecto de la Comisión Europea. Los créditos de pago se elevan a 92.504 millones de euros (15,39 billones de pesetas), 1.391 millones de euros menos de lo que pedía Bruselas.
En línea con el régimen de austeridad impuesto en la cumbre de Berlín para el periodo 2000-2006, la Agenda 2000, el presupuesto que defienden los Quince para 2001 equivale al 1,07% del PIB, lejos del tope del 1,27% al que pueden llegar los Quince.
Como ya ocurrió este año, el gran pagano de los recortes son las llamadas políticas externas de la Unión. Los Quince han rebañado sobre todo 200 millones de euros destinados a los Balcanes y 150 millones para los países del Mediterráneo. España da por buenas las pérdidas en la política mediterránea porque ha visto cómo el dinero destinado al Fondo de Cohesión engordaba en 360 millones de euros, de los que cerca de 223 millones de euros (37.000 millones de pesetas) corresponderán a proyectos españoles.