Bach para todos
Pequeños, medianos y grandes. En edad y en conocimiento musical. El curso internacional de música La interpretación histórica: Bach y su entorno ha cubierto todos los segmentos de todos aquellos mínimamente interesados por la música, ya que ofrece actividades, conciertos y clases, según el grado de conocimiento. Además, otro atractivo: la exhibición y la demostración de cómo suenan instrumentos que, en algunos casos, sólo son vistos en museos y, siempre, de lejos. Aquí, han podido tocarse, disfrutarse y estudiarse.La Fundació La Caixa es la responsable de la organización de este curso q...
Pequeños, medianos y grandes. En edad y en conocimiento musical. El curso internacional de música La interpretación histórica: Bach y su entorno ha cubierto todos los segmentos de todos aquellos mínimamente interesados por la música, ya que ofrece actividades, conciertos y clases, según el grado de conocimiento. Además, otro atractivo: la exhibición y la demostración de cómo suenan instrumentos que, en algunos casos, sólo son vistos en museos y, siempre, de lejos. Aquí, han podido tocarse, disfrutarse y estudiarse.La Fundació La Caixa es la responsable de la organización de este curso que ha cumplido ya siete ediciones, aunque ésta es la primera ocasión en que se celebra en la Comunidad Valenciana. Castellón ha sido la capital escogida en un año en el que el número de alumnos ha superado todos los anteriores. Quizá por eso, por la respuesta y por el palpable interés demostrado por los asistentes, todavía está por determinar el lugar donde se desarrollará el curso el próximo año.
Pese a que el escogido número de alumnos se limita a 180, el curso ha estado, en su mayor parte, abierto a cualquier tipo de público ya que todas las actividades, excepto las horas lectivas, han sido de entrada libre. Frente a la rigidez y la formalidad de las clases, impartidas por los más grandes intérpretes de cada uno de los instrumentos estudiados, los conciertos Bach en familia, en los que, en tan sólo media hora, el director artístico del curso, Carles Riera, explicaba, de manera amena, entretenida y, sobre todo, entendible hasta el punto de captar la atención de los más pequeños, aquello que posteriormente se iba a escuchar. Pero ha habido más. En el conservatorio, por las tardes, algunos de los alumnos gozaban de la posibilidad de tocar con sus profesores a la vez que se cumplían los objetivos de esta actividad: dar a conocer las peculiaridades de instrumentos antiguos, disfrutar los los ejemplos que la historia de la música de cámara nos ha legado, ofrecer a profesores y alumnos un distinto ´diálogo´ que raras veces se crea en un concierto y ofrecer al público este ambiente de conocimiento, para el disfrute y fascinación de todos. Pero como cualquier hora es buena, después de las clases y antes de la comida se celebra el Aperitivo con..., una propuesta dinámica y entretenida para explicar los ejemplos más atractivos de la historia de la música con ejemplos en vivo, en vídeos, en grabaciones o contando con la única explicación del profesor. Es decir, desde cómo la más famosa soprano grababa en discos de cera tras desplazarse ocupando, ella sola, uno de los vagones del tren en el que viajaba, mientras otro era ocupado por sus vestidos, hasta los secretos de la neumática, unos pequeños símbolos escritos junto a las notas que explicaban la forma en la que había de tocarse la pieza.
Hasta Castellón han llegado a través de este curso, un total de sesenta instrumentos históricos originales, algunos de ellos con más de 200 años de vida. Violines, violas, flautas dulces, oboes, fagots, trompetas, fortepiano, clavicémbalos... todos han podido ser admirados. Pero además, han sido traídas réplicas de, por ejemplo, los teclados que se utilizaban en la época de Mozart y cinco claves y un órgano... todo para lograr un mayor entendimiento del cómo y el porqué de la música de cámara y para lograr el objetivo del curso, crear un ambiente propicio para le enseñanza y el disfrute de la música, aunque alejado del academicismo.
El último festín con Bach se celebró el pasado sábado en el Teatro Principal de Castellón, dirigido por el prestigioso músico inglés Harry Christophers al frente de la Orquesta Barroca de Sevilla y de miembros del conjunto The Sixteen y de la Coral Lieder Càmera. Sin duda fue un buen final para un curso en el que, en varias ocasiones, se ha oído que pese al beneficio de que actualmente se goza al contar con partituras escritas, en lo que se refiere a la interpretación, la escritura de textos sobre cómo se tocaban ciertas piezas es síntoma del miedo a perder algo. Porque las tradiciones vivas perduran.