El clan sólo admitía a familiares dentro del negocio

El clan familiar era una organización cerrada a los extraños. No permitía que personas ajenas entraran a formar parte de la red, para evitar así filtraciones y chivatazos de la actividad ilegal. La banda estaba compuesta por 16 personas procedentes de la localidad de Pereira (Colombia) y un español.Los 16 colombianos eran primos, tíos o sobrinos entre sí. Todos estaban a las órdenes de un cabecilla, Héctor Fabio R. R., de 31 años. Su mano derecha era presuntamente su primo, H. L. S., de 48 años, el químico del grupo, experto en la elaboración de la cocaína.

El jefe de la organiza...

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El clan familiar era una organización cerrada a los extraños. No permitía que personas ajenas entraran a formar parte de la red, para evitar así filtraciones y chivatazos de la actividad ilegal. La banda estaba compuesta por 16 personas procedentes de la localidad de Pereira (Colombia) y un español.Los 16 colombianos eran primos, tíos o sobrinos entre sí. Todos estaban a las órdenes de un cabecilla, Héctor Fabio R. R., de 31 años. Su mano derecha era presuntamente su primo, H. L. S., de 48 años, el químico del grupo, experto en la elaboración de la cocaína.

El jefe de la organización tenía alquilado un chalé de lujo en la urbanización Monte Verde, de Las Matas (Las Rozas), donde la policía se incautó de útiles para elaborar la cocaína.

La policía ha averiguado que ninguno de los detenidos tiene antecedentes policiales. Ni en España ni en Colombia. Pero los agentes han enviado las huellas dactilares a este país para verificar su identidad.

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, expresó su "preocupación por el número de colombianos implicados en el tráfico de cocaína que trabajan en Madrid".

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