La presión del Gobierno fuerza a Villalonga a una salida pactada

Telefónica negó ayer que Juan Villalonga vaya a dejar la compañía pese a la crisis abierta por la investigación de la Comisión de Valores al presidente de la operadora. El Gobierno se desmarcó asegurando que "no tiene nada que mediar ni intervenir". Aun así, fuentes bancarias y de Telefónica afirman que Villalonga, forzado por la presión del Gobierno, busca una salida pactada con el núcleo de accionistas y el Ejecutivo.

La investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a Juan Villalonga, ha sumido a Telefónica en una profunda crisis y ha introducido una enorme presi...

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Telefónica negó ayer que Juan Villalonga vaya a dejar la compañía pese a la crisis abierta por la investigación de la Comisión de Valores al presidente de la operadora. El Gobierno se desmarcó asegurando que "no tiene nada que mediar ni intervenir". Aun así, fuentes bancarias y de Telefónica afirman que Villalonga, forzado por la presión del Gobierno, busca una salida pactada con el núcleo de accionistas y el Ejecutivo.

La investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a Juan Villalonga, ha sumido a Telefónica en una profunda crisis y ha introducido una enorme presión sobre el presidente de la operadora, cuyo futuro profesional puede verse seriamente afectado por la resolución del expediente abierto. El diario Cinco Días adelantó ayer que la salida de Villalonga de la empresa es inminente. Fuentes de la compañía reconocen que asuntos estratégicos para su futuro (salida a Bolsa de las filiales de móviles y medios de comunicación, fusión Terra-Lycos, acuerdos con Bertelsmann y otras alianzas) se ven afectados por la investigación a Villalonga y su distanciamiento del Gobierno -evidenciado a partir del escándalo de las opciones sobre acciones antes de las pasadas elecciones- y del núcleo de accionistas (BBVA y La Caixa).

La presión del Ejecutivo, que llegó a paralizar el proyecto de fusionar Telefónica con la holandesa KPN, del consejo de administración de la compañía y de algunos altos cargos sobre Villalonga para que resuelva la situación se ha evidenciado en los últimos días y ha llevado a plantear soluciones drásticas.

Según fuentes bancarias y de la compañía, varios altos cargos de Telefónica y colaboradores de Villalonga le han aconsejado una salida pactada antes de que la situación se complique más y se conozca la resolución de la CNMV. Según esas fuentes, Villalonga se habría acercado al Gobierno -del que depende la Comisión de Valores a través del Ministerio de Economía- tratando de ganar tiempo, demorar la investigación en marcha y negociar un sustituto con las entidades financieras. Según esas versiones, Villalonga estaría barajando su marcha a alguna compañía estadounidense (Lucent o alguna de Internet) y considera imprescindible un dictamen favorable de la CNMV.

Varios miembros del Consejo de Administración de Telefónica, del que debería salir un sustituto en caso de que un candidato externo no estuviera avalado por el 85% de los votos, son partidarios de nombrar un consejero delegado. Para este cargo se barajan los nombres de los ejecutivos del grupo Luis Martín Bustamante, Antonio Viana, Luis Lada o el regreso de Fernando Abril Martorell.

El nuevo presidente, según esas fuentes, debería tener un perfil financiero, renombre internacional y un mayor apego a la gestión diaria de la compañía en España. Entre los candidatos se encuentran César Alierta, que ya es consejero de Telefónica, Alfonso Merry del Val, Manuel Pizarro (presidente de la Confederación de Cajas) y Eduardo Serra. Las fuentes consultadas aseguran que se busca una solución pactada que no cause conmoción en la Bolsa.

Intervención del Gobierno

El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, negó que el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, se haya reunido con Villalonga para negociar su posible salida de la presidencia de Telefónica. "El Gobierno no tiene nada que mediar ni que intervenir en el funcionamiento de las empresas privadas", aseguró Rato. El ministro dejó caer la responsabilidad en los órganos de decisión de Telefónica al afirmar que "las empresas tienen consejos suficientemente responsables para tomar las decisiones que consideren adecuadas".Un portavoz de Telefónica negó que se hayan mantenido reuniones con miembros del Gobierno e, incluso, que Villalonga vaya a abandonar la empresa de forma "inminente". Sobre el medio plazo, ese mismo portavoz afirmó: "quién sabe qué puede pasar en los próximos meses".

En medio de la crisis entorno a la primera empresa española, el PSOE, IU y CiU advirtieron al Gobierno que "sería una imprudencia que el Gobierno interviniera" en cuestiones que afectan a una empresa enteramente privada. Telefónica subió ayer un 1,59% en la Bolsa de Madrid (ganó un 1,37%) y su capitalización llegó a 16,98 billones.

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