El montaje teatral '9 mm' propone una reflexión sobre la culpabilidad
Llega al Teatre Joventut de L'Hospitalet 9 mm, obra dirigida por su propio autor, el dramaturgo francés Lionel Spycher, y estrenada el pasado festival internacional de Sitges. El espectáculo es una reflexión sobre la culpabilidad centrada en el día a día en un supermercado y en la muerte accidental de un niño.
La trayectoria profesional de Lionel Spycher es un tanto insólita. Comenzó su carrera como técnico en teatro y conciertos y su formación académica es la de técnico de iluminación y regidor. Sin embargo, en 1998 provocó una pequeña revolución en su país con la publicación de ...
Llega al Teatre Joventut de L'Hospitalet 9 mm, obra dirigida por su propio autor, el dramaturgo francés Lionel Spycher, y estrenada el pasado festival internacional de Sitges. El espectáculo es una reflexión sobre la culpabilidad centrada en el día a día en un supermercado y en la muerte accidental de un niño.
La trayectoria profesional de Lionel Spycher es un tanto insólita. Comenzó su carrera como técnico en teatro y conciertos y su formación académica es la de técnico de iluminación y regidor. Sin embargo, en 1998 provocó una pequeña revolución en su país con la publicación de Pit-Bull, un texto sobre la violencia en los extrarradios de las ciudades acogido con expectación por el público. Una invitación del director del festival de Sitges, Joan Ollé, para participar con su segundo texto, 9 mm, le llevó a debutar como director. En Sitges no había dinero para montar la obra. Francia ofrecía los medios económicos necesarios, pero sólo si el director era francés. A Spycher no le apetecía dejar su texto en manos de un compatriota, así que decidió afrontar él mismo la dirección y encaró el montaje con un reparto de actores catalanes. Carles Heredia, Mireia Llunell, Rafael Cruz, Dani Arrébola y Teresa Arroz son los intérpretes del espectáculo, un pequeño trozo de vida en torno a la actividad cotidiana de un supermercado. El director del centro comercial está preocupado por el incremento de robos. El guardia de seguridad del supermercado es un inmigrante árabe muy religioso. Uno de los más asiduos ladrones del comercio es un joven indignado con la existencia que le ha tocado en suerte. Vive con su madre y con su hermano menor, de distinto padre. El niño roba un traje de superman, pero es sorprendido. El director ordena al vigilante que acompañe al pequeño a casa para darle un escarmiento. Con el traje puesto, el niño resbala de la ventana nevada de su habitación y muere. Nadie quiere asumir su responsabilidad en los hechos."Todos los personajes intentan encontrar una lógica propia, aferrándose a cualquier cosa. La madre dice que es el destino. El hermano intenta conseguir una indemnización. El director reacciona con agresividad", explica Spycher, que define a sus personajes como "mediocres, pero también buenos, como todos los seres humanos".