Procesado por el 'caso Crédit Lyonnais' un ex gobernador del Banco de Francia

El ex presidente del Fondo Monetario Internacional y ex gobernador del Banco de Francia, Jacques de Larosière, fue procesado ayer por presunta complicidad en el maquillaje de las cuentas de Crédit Lyonnais. El nombre de De Larosière, de 70 años, viene a sumarse al procesamiento, por idéntico motivo, de Jean-Claude Trichet, actual gobernador del banco central francés, y otros tres altos funcionarios relacionados con Crédit Lyonnais cuando la entidad se deslizó vertiginosamente hacia la bancarrota sin que nadie advirtiera el desastre.

La selecta familia de grandes banqueros funcionarios d...

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El ex presidente del Fondo Monetario Internacional y ex gobernador del Banco de Francia, Jacques de Larosière, fue procesado ayer por presunta complicidad en el maquillaje de las cuentas de Crédit Lyonnais. El nombre de De Larosière, de 70 años, viene a sumarse al procesamiento, por idéntico motivo, de Jean-Claude Trichet, actual gobernador del banco central francés, y otros tres altos funcionarios relacionados con Crédit Lyonnais cuando la entidad se deslizó vertiginosamente hacia la bancarrota sin que nadie advirtiera el desastre.

La selecta familia de grandes banqueros funcionarios de Francia volvió ayer a quedar conmocionada, y por partida doble. El procesamiento de Jacques Larosière, considerado como uno de los grandes nombres de las finanzas internacionales, demuestra que la defensa de la honorabilidad de los altos funcionarios ejercida por las autoridades políticas francesas no es parapeto suficiente como para quedar a salvo de la acción judicial. Hace dos meses, poco después de que el juez Jean-Pierre Zanoto dictara el procesamiento de Jean-Claude Trichet, el ministro de Finanzas, Laurent Fabius, salió en defensa del que fuera director del Tesoro cuando se produjo la crisis en Crédit Lyonnais, que ahora es un banco privatizado. "El señor Trichet tiene a su favor una reputación excepcional. Cuestionarle va contra el interés de nuestro país", afirmó Fabius aludiendo al acuerdo que concedía al procesado la presidencia del Banco Central Europeo en 2002. "El Estado garantizará la protección de sus funcionarios atacados", añadió Fabius.

Por el contrario, los magistrados que instruyen el gigantesco caso del Crédit Lyonnais parecen convencidos de que la dilapidación de los 100.000 millones de francos (2,5 billones de pesetas), la suma pagada por los contribuyentes franceses para enderezar la situación de ese banco, entraña responsabilidades del máximo nivel. Visto el curso de los acontecimientos, tampoco puede descartarse que estos jueces se decidan uno de estos días a dar el salto hasta el máximo nivel político, sobre todo si se confirma la teoría de que actuaron siguiendo, en última instancia, las instrucciones de los ministros de turno.

Pérdidas disfrazadas

El juez Marc Brisset-Foucault acusa a Larosière, al igual que a los anteriores procesados, de "complicidad en la difusión de falsas informaciones al mercado y complicidad en la presentación y difusión de cuentas sociales inexactas". Aunque la gestión del Crédit Lyonnais estuvo salpicada de casos de corrupción en los años en los que estuvo presidida por el también procesado Jean-Yves Haberer, lo que se reprocha a los altos funcionarios representantes del Estado francés en ese banco y a los organismos de control es, exclusivamente, el de haber disimulado las pérdidas financieras. Jacques de Larosière ocupó el puesto de gobernador del Banco de Francia entre 1987 y 1993, los años en los que el Crédit, hoy privatizado, se lanzó a una alocada carrera de inversiones inmobiliarias que terminaron pasándole una factura descomunal. En calidad de su puesto, Larosière presidió en aquella época la comisión bancaria encargada de controlar la actividad del conjunto de los establecimientos bancarios franceses."Mi defendido está perfectamente sereno, puesto que no tiene nada que reprocharse. Su procesamiento se inscribe en la lógica del proceso, pero no hay ningún elemento nuevo", aseguró ayer Benoit Chabert, abogado del ex presidente del Fondo Monetario Internacional.

El defendido de Chabert tiene un gran prestigio en el mundo de las finanzas internacionales. Se diplomó en estudios políticos en la elitista Escuela Nacional de la Administración, ha sido inspector de Finanzas y director del Tesoro. Larosière, nacido en París, padre de dos hijos, dirigió el FMI entre 1978 y 1987. Ha sido consejero técnico del banco de negocios Paribas y jefe de gabinete de Valéry Giscard d'Estaing cuando el ex presidente de la República ejercía de ministro de Finanzas. Además, presidió hasta hace dos años el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.

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