Italia baja los impuestos al pequeño comercio y a la compra de vivienda

El Gobierno italiano aprovechará la bonanza que anuncian los indicadores económicos para suavizar la presión fiscal que pesa sobre las familias más necesitadas y los pequeños comerciantes en los próximos presupuestos. Una decisión tildada de "electoralista" por el presidente de la Consob (entidad reguladora del mercado bursátil), Luigi Spaventa, y por la oposición, dado que las elecciones generales están previstas para la próxima primavera.Las líneas maestras de lo que serán los Presupuestos de 2001 quedaron fijadas ayer. El Ejecutivo de centro-izquierda constata una mejora general de los indi...

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El Gobierno italiano aprovechará la bonanza que anuncian los indicadores económicos para suavizar la presión fiscal que pesa sobre las familias más necesitadas y los pequeños comerciantes en los próximos presupuestos. Una decisión tildada de "electoralista" por el presidente de la Consob (entidad reguladora del mercado bursátil), Luigi Spaventa, y por la oposición, dado que las elecciones generales están previstas para la próxima primavera.Las líneas maestras de lo que serán los Presupuestos de 2001 quedaron fijadas ayer. El Ejecutivo de centro-izquierda constata una mejora general de los indicadores económicos hasta 2004, por lo que ha decidido que los Presupuestos del año próximo no incluirán la fatídica "maniobra", es decir, los recortes del gasto público, que han sido una constante de los últimos 10 años. "El Gobierno recortará los impuestos de forma selectiva", dijo ayer el ministro de Finanzas, Ottaviano del Turco. La intención del Ejecutivo es reducir el impuesto regional que pesa sobre el pequeño comercio y ofrecer deducciones fiscales a los que compren la primera casa.

La mejor conyuntura, dijo el primer ministro, Giuliano Amato, "nos permitirá afrontar los problemas del país en un marco económico más sereno". De los datos aportados por el Istat (Instituto Nacional de Estadística) se deduce que el crecimiento económico será del 2,8% para el año actual, con previsiones de llegar al 3,1% en 2001. Junto a ello se prevé que el paro se reduzca por debajo del 10% (en estos momentos roza el 11%). La amenaza de la inflación, ahora en el 2,3%, no le quita el sueño a Amato, que espera verla reducida al 1,7% el año próximo.

La euforia gubernamental contrasta con el cuadro pesimista hecho hace un par de días por Antonio Fazio, gobernador de la Banca de Italia. Fazio advirtió de la urgente necesidad de afrontar una renovación tecnológica profunda y de flexibilizar el mercado de trabajo. "En el último decenio", dijo Fazio, "se han perdido 1,4 millones de empleos y la productividad ha caído siete puntos".

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