Airbus se transforma en empresa y lanza un avión gigante para desafiar a la estadounidense Boeing

"Por fin". Fue la exclamación más escuchada ayer en los pasillos del hotel Intercontinental de París, donde culminaron 30 años de colaboración industrial, no siempre regular ni con la debida visión de conjunto, con la transformación de Airbus en una sociedad. Los cuatro socios del consorcio anunciaron la unión de las piezas del puzzle -CASA, DASA, Aérospatiale Matra y BAE Systems- en una empresa de 2,49 billones de pesetas (15.000 millones de euros) de ventas, cuyo primer paso será el lanzamiento del superjumbo.

El futuro inmediato de la nueva empresa, que tendrá 40.000 empleados, parec...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Por fin". Fue la exclamación más escuchada ayer en los pasillos del hotel Intercontinental de París, donde culminaron 30 años de colaboración industrial, no siempre regular ni con la debida visión de conjunto, con la transformación de Airbus en una sociedad. Los cuatro socios del consorcio anunciaron la unión de las piezas del puzzle -CASA, DASA, Aérospatiale Matra y BAE Systems- en una empresa de 2,49 billones de pesetas (15.000 millones de euros) de ventas, cuyo primer paso será el lanzamiento del superjumbo.

El futuro inmediato de la nueva empresa, que tendrá 40.000 empleados, parece asegurado desde el punto de vista de la carga de trabajo a realizar. La cartera de pedidos existente asciende a 16,3 billones de pesetas (98.000 millones de euros).La integración y las correspondientes cuentas que tendrá que rendir en adelante la empresa a sus accionistas darán a la sociedad resultante, bautizada como AIC, nuevos bríos frente a su eterno rival estadounidense, Boeing.

El reparto de la actividad industrial en la construcción de aviones comerciales por parte de los cuatro socios, con algunos flecos sueltos aparcados más adelante, denotaba la urgencia con la que se ha negociado contrarreloj estos últimos días la constitución de la nueva sociedad. También se ha corrido para conseguir anunciar ayer el lanzamiento de su producto estrella: el avión Airbus A3XX. Este avión gigante, con capacidad para hasta 650 pasajeros, requerirá para su desarrollo una inversión de 12.000 millones de dólares (2,1 billones de pesetas) y no estará en el aire hasta por lo menos el año 2005.

"Hubiera sido terrible para todos, empezando por los mercados, no haber podido hacer hoy el anuncio", afirmó una empleada de DASA pendiente de los sonrientes Manfred Bischoff y Jean-Luc Lagardère, copresidentes de la compañía paneuropea que posee el 80% de AIC, European Aeronautic Defense and Space Company (EADS).

Hacía 13 años que los desacuerdos entre socios frenaban el cambio de estatutos de Airbus. Pero la auténtica urgencia radicaba en el segundo anuncio previsto en un día sonado para la industria aeronáutica europea. La compañía EADS, la fusión transfronteriza más ambiciosa realizada nunca en Europa, colocará en Bolsa el 34,5% de su capital. La operación está prevista para el próximo día 10 de julio.

1,7 billones en Bolsa

La compañía paneuropea que une a CASA, DASA y Aérospatiale Matra se constituirá como tal en esa misma fecha. La empresa EADS arranca con un volumen de negocio de 3,76 billones de pesetas (22.600 millones de euros) y unos beneficios antes de amortizaciones y descontados gastos extraordinarios sobre ventas del 9,4%.

Los propios Philippe Camus y Rainer Hertrich, consejeros delegados de una EADS bicéfala, en la que la sociedad estatal española SEPI cuenta con una participación accionarial del 8,4%, estimaron el valor de los 144,8 millones de acciones que saldrán al mercado en 583.000 millones de pesetas (3.500 millones de euros). Ello supone que el valor total de EADS se eleva a cerca de 10.000 millones de euros (1,7 billones de pesetas). En principio está previsto que la compañía paneuropea cotizará en las bolsas de París, Madrid y Francfort.

La oferta inicial (92,6 millones de títulos nuevos más 52,3 millones de acciones que venderán los socios franceses presentes en el capital de EADS) podrá ampliarse en caso de sobresuscripción. Es decir, que los socios se reservan la posibilidad de colocar un paquete de acciones adicional. "Confiamos en que nuestra oferta será acogida con interés por parte de los inversores institucionales internacionales, así como por los inversores minoristas en Francia, Alemania y España. Será un éxito", afirmó Rainer Hertrich.

La composición de la empresa fabricante del avión variará con la colocación en Bolsa. Todos los socios perderán peso. Los socios franceses bajarán del 45,8% al 30%, igual que los alemanes. España, representada por la SEPI, dueña de CASA, reducirá su paquete accionarial del 8,4% al 5,5%.

Las cabezas visibles de EADS han puesto buena parte de sus esperanzas sobre el atractivo del valor en el nuevo superjumbo, pese a que, desde el otro lado del Atlántico, el gran rival Boeing viene lanzando mensajes descorazonadores sobre la necesidad real de aviones con semejante capacidad.

El peso de España

El gigante estadounidense reduce nada menos que a la mitad las proyecciones de EADS sobre la demanda de aparatos de más de 400 plazas, que los europeos cifran en 1.200 unidades en los próximos 20 años. Estos 1.200 aviones, valorados por los europeos en 263.000 millones de dólares (unos 47 billones de pesetas), equivalen al 22% del total del negocio resultante de las entregas de aviones nuevos en el mismo periodo.

Para España, la triple noticia de ayer (la creación de AIC, el lanzamiento del Airbus A3XX y la salida parcial a Bolsa de EADS) cae como agua de mayo. Por su parte, la española CASA se ocupará del desarrollo del 10% del nuevo superjumbo, cuando su participación en la nueva Airbus será finalmente del 4,2%.

El papel de la constructora aeronáutica española se centrará, en esencia, en la fabricación del estabilizador horizontal del avión, así como en algunos aspectos del fuselaje y de las alas del aparato. El presidente de CASA y nuevo responsable de la división de EADS dedicada a los aviones de transporte militar, Alberto Fernández, aseguró que las inversiones derivadas del giro decidido ayer en París rondarán los 80.000 millones de pesetas.

Además del A3XX, sobre las plantas de CASA, controlada hasta ahora casi al 100% por la SEPI, recaerá la fabricación del nuevo avión de transporte militar A400M, al que recientemente dieron el espaldarazo político los Gobiernos francés y alemán.

Archivado En