El Banco de España extrema las advertencias sobre el control de créditos

Miguel Martín, subgobernador del Banco de España, elevó ayer el tono de las advertencias y amenazó con aumentar las provisiones si no reducen el nivel de créditos. Fue una nueva vuelta de tuerca, mientras apostaba abiertamente por el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de España, cargo para el que se perfila Jaime Caruana, director general de Supervisión del Banco de España. Martín, que también figura en las quinielas, fue taxativo: "El Gobierno me daría una gran alegría si nombra gobernador a Jaime Caruana".

Todo apunta a que el nombre del sustituto de Luis Ángel Rojo al frente...

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Miguel Martín, subgobernador del Banco de España, elevó ayer el tono de las advertencias y amenazó con aumentar las provisiones si no reducen el nivel de créditos. Fue una nueva vuelta de tuerca, mientras apostaba abiertamente por el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de España, cargo para el que se perfila Jaime Caruana, director general de Supervisión del Banco de España. Martín, que también figura en las quinielas, fue taxativo: "El Gobierno me daría una gran alegría si nombra gobernador a Jaime Caruana".

Todo apunta a que el nombre del sustituto de Luis Ángel Rojo al frente del Banco de España tras ocho años en el cargo se conocerá el jueves. Con esa frase, Martín casi se descartó como próximo gobernador y arrojó algo de luz: que Jaime Caruana se encuentra al menos entre sus candidatos favoritos para gobernar la institución. Caruana (Valencia, 48 años) llegó al Banco de España hace dos años procedente de la Dirección General del Tesoro con el aval de Rojo y, sobre todo, de Martín, que compartió con él varios años como miembros del Comité Monetario europeo. De profesión es economista del Estado, aunque ha trabajado muchos años en el sector privado como especialista financiero en varias casas de valores. Aunque su nombramiento se da por hecho en círculos bancarios, fuentes de Economía mantienen con posibilidades a José Luis Feito, embajador de España en la OCDE. El subgobernador, que también dejará su cargo el próximo julio, fue ayer el encargado de clausurar el curso Banca e Internet que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) ha organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con el patrocinio del BBVA.

La cosa no fue más lejos en lo que se refiere a la gran sucesión, pero Martín fue tajante respecto a lo que espera a cajas y bancos si no reducen el volumen de dinero que prestan a sus clientes. El subgobernador amenazó con aumentar las provisiones con las que bancos y cajas avalan los créditos que prestan a sus clientes.

El mensaje fue inequívoco: "Si la banca no ha oído el ladrido, sufrirá el mordisco". La amenaza, según sugirió, era más tajante para las cajas que para los bancos. El Banco de España prepara una circular, que debe de entrar en vigor el 1 de julio, en la que endurece las provisiones de las entidades de crédito. El sector calcula que, si la amenaza se materializa, los beneficios del conjunto de los bancos se reducirían en 35.000 millones de pesetas para el conjunto de los bancos y en 22.500 millones en el caso de las cajas.

Para el subgobernador eso no es lo importante. "Los más listos y más eficientes sufrirán menos, y los menos listos y menos eficientes sufrirán más", dijo. Tan simple. El número dos del Banco de España no ve la medida como una forma de ahogar a las entidades, sino más bien como una ayuda para que bancos y cajas calculen mejor el riesgo. "Creemos que algunos están calculando su riesgo a la baja", indicó.

Cuidado con Internet

Si cortar al grifo a los créditos no será un problema para cajas de ahorro y bancos, Internet sí que puede serlo. Y serio. "La banca está incurriendo en mayores riesgos que en los años 50 y 60", advirtió. El subgobernador, que confesó que apenas utiliza Internet para mandar correos electrónicos a sus hijos, ha llegado a una conclusión: es inevitable que la banca "asuma los cambios" que le depara la red, pero no de cualquier manera.

En ningún momento se escuchó en la sala un palabra en contra de Internet como el medio bancario del futuro, aunque sí hubo muchas llamadas a la cautela. En la banca por Internet las cosas no están tan claras, a juicio de Martín. "Existe el riesgo de que la transición de banca tradicional a banca digital no sea no cruenta", advirtió. Bancos y cajas han de ser conscientes de los riesgos. Cuando una entidad se introduce en la red se produce inicialmente un aumento de los costes, pero desde el principio los márgenes se reducirán por la competencia. Es decir, que se ingresa menos y se gasta más. Y ahí está el peligro.

¿Qué puede hacer el Banco de España ante esto? "Velar y fomentar la libre competencia para que el sector pueda restructurarse". Aquí, el tamaño -como todo en la nueva economía- también importa. Las cajas tendrán que aliarse entre ellas para hacer frente a las inversiones que demanda este cambio, inversiones que sobrepasan a muchas entidades. "No hay que poner obstáculos a las fusiones. Si el camino está abierto, no puede haber trampas", aseguró.

Al Banco de España no le preocupa la caída de los márgenes, sino que ésta lleve a pérdidas. En un estudio reciente, JP Morgan estima que los beneficios de los bancos europeos caerán un 17% este año y su capitalización se encogerá un 15%. La receta del Banco de España: aumentar la rentabilidad introduciendo nuevos servicios (comercio electrónico, asesoramiento) y reducir los costes (a través de fusiones, por ejemplo). "Me pregunto si mis cajas y mis bancos será capaces". Si no se preparan, advirtió, algunos incluso podrían desaparecer.

Responsables de algunos bancos en Internet se han quejado estos días en el foro de la Menéndez Pelayo del "exceso de celo" del Banco de España a la hora de conceder la ficha para operar en la red. Martín no está de acuerdo del todo: "Sólo celo". Sólo si las cosas se desmadran, el Banco de España llamaría la atención "amigablemente" a la entidades de crédito.

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