El COI duda de la fiabilidad del método francés para detectar EPO

Jordi Segura, director del laboratorio del IMIM de Barcelona y miembro de la comisión antidopaje del COI, es uno de los tres expertos que han dictaminado que el método ideado por el laboratorio francés para detectar la EPO exógena en la orina no está a punto para ser utilizado en el próximo Tour. Ayer explicó a EL PAÍS los porqués de un dictamen que ha echado por tierra muchas esperanzas.

"El método francés", aclara Segura, "es muy bueno; otra cosa es que pueda ser utilizado mañana mismo. Aún faltan datos para que pueda ser validado. Confío en que en tres o cuatro meses todos los proble...

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Jordi Segura, director del laboratorio del IMIM de Barcelona y miembro de la comisión antidopaje del COI, es uno de los tres expertos que han dictaminado que el método ideado por el laboratorio francés para detectar la EPO exógena en la orina no está a punto para ser utilizado en el próximo Tour. Ayer explicó a EL PAÍS los porqués de un dictamen que ha echado por tierra muchas esperanzas.

"El método francés", aclara Segura, "es muy bueno; otra cosa es que pueda ser utilizado mañana mismo. Aún faltan datos para que pueda ser validado. Confío en que en tres o cuatro meses todos los problemas se hayan superado". Según Segura, el método, elaborado en el laboratorio de Châtenay-Malabry, junto a París, es "muy peculiar" y complejo. Se necesitan tres días para hacer un análisis y sólo detecta la EPO consumida uno o dos días antes, y no más atrás. "Por ahora, y eso es un defecto, este método no puede ser duplicado en ningún otro laboratorio. Otro punto es que con el test de París no se puede aún verificar que no se dé un falso positivo al no poderse discernir entre la EPO exógena, la prohibida y algunas de las circunstancias legales que puedan llevar a un aumento de la EPO, tales como estancias en altura o utilización de cámaras hipobáricas para crear condiciones artificiales de hipoxia. En tercer lugar, tampoco en sus estudios se ha llevado a cabo una buena comparación étnica, no se ha visto cómo funciona la producción endógena de eritropoietina en las diferentes razas y su diferenciación de la exógena". A pesar de todo, Segura cree que el método sí que se podrá utilizar en septiembre en Sydney, en los Juegos Olímpicos. "Pero para entonces se podrá usar de forma combinada con el análisis de sangre puesto en marcha por el Instituto Australiano de Deportes (AIS), que se basa en un modelo matemático sobre cinco parámetros biológicos", explica Segura. "Este análisis se hace en el día y permite detectar EPO exógena consumida hasta dos semanas antes. Esperamos que en agosto el COI apruebe la utilización conjunta de ambos métodos en Sydney. En teoría podría hacerse ya en el Tour el doble test, pero en la práctica es imposible por problemas logísticos". No descarta Segura que el método de la orina pueda utilizarse en la próxima Vuelta a España.

Mientras, el mundo del ciclismo, ilusionado por creer que el fin de la EPO como dopaje ya estaba aquí, mostró su desencanto por la no validación del método. "Estamos apenados porque no pueda ponerse en marcha", señaló Manolo Sáiz, presidente de la Asociación Internacional de Equipos. "Un test que detectara la EPO sería lo mejor que le podría pasar al ciclismo".

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