Petronor condiciona la ejecución de la planta de IGCC a la obtención de importantes ayudas públicas

Sin importantes ayudas públicas no habrá planta de IGCC para la generación de electricidad gracias al tratamiento de residuos de refinería. Enrique Locutura, consejero delegado de Petronor, considera "determinante" la concesión de distintas subvenciones para que se materialice un proyecto que requiere unas inversiones de 161.000 millones de pesetas. En un encuentro con los medios de comunicación previo a la junta de accionistas, celebrada ayer en Bilbao, Locutura reclamó ayudas a la UE y a los gobiernos vasco y central. "Necesitamos un empujoncito para que [la planta] pueda ser realidad", indi...

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Sin importantes ayudas públicas no habrá planta de IGCC para la generación de electricidad gracias al tratamiento de residuos de refinería. Enrique Locutura, consejero delegado de Petronor, considera "determinante" la concesión de distintas subvenciones para que se materialice un proyecto que requiere unas inversiones de 161.000 millones de pesetas. En un encuentro con los medios de comunicación previo a la junta de accionistas, celebrada ayer en Bilbao, Locutura reclamó ayudas a la UE y a los gobiernos vasco y central. "Necesitamos un empujoncito para que [la planta] pueda ser realidad", indicó.

Los responsables del proyecto no quisieron determinar la cuantía de las ayudas, escudándose en que el proceso de negociación está abierto. Sin embargo, Locutura indicó que "con una cifra inferior al 30% de la inversión" los accionistas se decidirían finalmente a apoyarlo. Además de este apoyo, Petronor está negociando también la concesión de una prima a la energía eléctrica generada en la planta de IGCC por el carácter medioambiental del proyecto, que va a tratar un subproducto de la refinería y no va a generar prácticamente ningún residuo. Locutura considera que dichas ayudas proporcionarían a la planta "el diferencial de rentabilidad para justificar ante nuestros accionistas el riesgo financiero". El consejero delegado de Petronor destacó no sólo las ventajas propias del proyecto, sino la influencia económica que tendría en el País Vasco, ya que cerca de un 60% de la inversión se quedará en Euskadi. El 31% del coste está asignado a la obra civil, un 12% a aislamientos, otro 12% a sistemas eléctricos e instrumental y el 45% restante a montaje metalúrgico. La construcción de la planta supondrá 6,5 millones de horas de trabajo, 1,5 millones de horas de ingeniería y un empleo durante la construcción de 2.500 personas. Una vez en funcionamiento, la instalación dará trabajo a 120 personas y generará un empleo inducido en la zona de 550 personas.

Rentabilidad

En este sentido, Locutura indicó que cuando está en marcha la planta proyectada tiene la misma rentabilidad que una de ciclo combinado tradicional, por lo que la diferencia estriba en los 100.000 millones más de inversión que requiere la de IGCC. Desde otro punto de vista, defendió el proyecto de IGCC por el alto componente tecnológico que incorpora y las mejoras medioambientales, con reducción de emisiones contaminantes por la refinería de Petronor y la recuperación de diversos residuos para su reutilización.

La planta de IGCC, además de reutilizar anualmente 2,5 millones de toneladas de residuos de la refinería para la generación eléctrica, permitirá obtener 15.000 toneladas de hidrógeno, 75.000 toneladas de azufre y una torta de metales variados de 5.000 toneladas al año. Petronor podrá refinar crudos más pesados, con un precio en el mercado internacional más competitivo que los actualmente utilizados, y empleará el hidrógeno en la fabricación de gasoleos y gasolinas de mayor calidad.

El proyecto de IGCC está siendo promovido por la sociedad Piemsa, constituida al 50% por Petronor e Iberdrola, pero ya han expresado su interés de entrar en el proyecto como inversores la multinacional Texaco (que es la que aporta la tecnología), BBK, Kutxa y el Ente vasco de Energía (EVE), dependiente del Gobierno vasco. Petronor quiere tener una participación mayoritaria en la sociedad y la estadounidense Texaco ha solicitado una participación del 40%. Locutura señaló que intentarán satisfacer los intereses de todos los socios. La planta de IGCC se ubicará en terrenos próximos a los que ocupa la refinería de Petronor en el municipio de Abanto (Vizcaya) y generará 800 megawatios.

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Como consecuencia de la volatilidad que ha caracterizado al mercado del petróleo en 1999 y la evolución al alza de los precios, Petronor vio reducidos sus beneficios el pasado ejercicio hasta los 13.602 millones de pesetas de resultado neto, un 14,65% inferior al logrado en 1998, que fue el ejercicio más sobresaliente de la historia de la compañía.

Descenso de producción

Pese al aumento en un 3% de las ventas en el mercado interior, la producción de Petronor en 1999 (procesó casi 10 millones de toneladas de materia prima) descendió un 6%, influida por el retroceso en la exportación en un 25%. Por contra, la cifra de negocio de la empresa aumentó hasta los 381.492 millones de pesetas, frente a los 342.245 millones de 1998, debido al encarecimiento de los productos por el alza de los precios de la materia prima. El reparto de dividendos entre los accionistas de Petronor también fue el pasado año de menor cuantía (12.330 millones) en relación al ejercicio precedente (15.015 millones). Por el contrario, su volumen de inversiones de 1999 (13.300 millones) triplicó al del año precedente.

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