Els Comediants lleva una versión "gamberra" de 'La flauta mágica' a Granada

Una versión de La flauta mágica, de Mozart, "un poco gamberra". Así definió ayer el director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Alfredo Aracil, el montaje que Els Comediants, junto a la Orquesta Ciudad de Granada, está preparando para la representación de la ópera mozartiana los días 24 y 26 de este mes. El director de Els Comediants, Joan Font, calificó el montaje como "un viaje, un cuento y un culebrón".

Tanto Aracil como Font, como el director de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), Josep Pons, hicieron hincapié en que la versión que se va a ver en Granada, en e...

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Una versión de La flauta mágica, de Mozart, "un poco gamberra". Así definió ayer el director del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Alfredo Aracil, el montaje que Els Comediants, junto a la Orquesta Ciudad de Granada, está preparando para la representación de la ópera mozartiana los días 24 y 26 de este mes. El director de Els Comediants, Joan Font, calificó el montaje como "un viaje, un cuento y un culebrón".

Tanto Aracil como Font, como el director de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), Josep Pons, hicieron hincapié en que la versión que se va a ver en Granada, en el anfiteatro del Generalife, va a ser especial por el recinto en el que se interpreta. "No se trata de una sala habitual", explicó Font, "sino de un escenario y un decorado que ya están ahí. Y el Generalife es, en La flauta mágica, un elemento de juego más".La obra es una coproducción del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Festival Mozart de A Coruña y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. El montaje surgió, según explicó Josep Pons, de una idea de divertimento que iba a interpretarse en principio sólo para piano. "Pero a medida que avanzaba el proyecto vimos que nos compenetrábamos en las ideas y que nos adaptábamos a la idea de que La flauta mágica no es una sinfonía, sino una obra teatral".

Para la versión granadina, la organización del montaje ha dispuesto de un sistema de tratamiento sonoro que suplirá las reverberaciones y envolturas que ofrece un auditorio convencional. Al estar al aire libre, los cantantes deberán usar micrófonos. "Pero no serán sus voces amplificadas", dijo Aracil, "sino con la envoltura que una voz tiene en un auditorio".

La flauta mágica, que está patrocinada por la Caja General de Ahorros de Granada, es la última ópera de Mozart, compuesta en el mismo año de su muerte. El argumento, de su amigo Emmanuel Schikaneder, trata de un viaje fantástico e iniciático que no deja de hacer constantes guiños a la Masonería, de una de cuyas logias Mozart era miembro. Els Comediants ha rehuido de las formas clásicas para adaptar el montaje a estos tiempos. También posee como característica el hecho de que el grupo catalán transformará el escenario del Generalife en un elemento más del espectáculo. "A nosotros", dijo Font, "nos encanta magrear los escenarios, el espacio urbano, y transformar su aspecto cotidiano". Según Font, el fondo de la ópera mozartiana es la contradicción de los personajes, los claroscuros que presentan, "la ambigüedad en sí".

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