Montoro reduce a la mitad el objetivo de déficit y afirma que mantendrá la inversión

El déficit de las administraciones públicas se situará este año en el 0,4% del PIB, en lugar del 0,8% previsto, un recorte de cerca de 400.000 millones de pesetas. Así lo prevé el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, según anunció ayer en el Congreso, donde se comprometió a que la inversión pública aumente como el PIB nominal (el crecimiento económico más la inflación). El portavoz socialista, Jordi Sevilla, acusó al Gobierno de elevar la presión fiscal, recortar las inversiones, complicar el IRPF y destruir el ahorro. Todos los grupos apoyaron un pacto sobre financiación autonómica.
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El déficit de las administraciones públicas se situará este año en el 0,4% del PIB, en lugar del 0,8% previsto, un recorte de cerca de 400.000 millones de pesetas. Así lo prevé el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, según anunció ayer en el Congreso, donde se comprometió a que la inversión pública aumente como el PIB nominal (el crecimiento económico más la inflación). El portavoz socialista, Jordi Sevilla, acusó al Gobierno de elevar la presión fiscal, recortar las inversiones, complicar el IRPF y destruir el ahorro. Todos los grupos apoyaron un pacto sobre financiación autonómica.

Montoro compareció ayer por primera vez como ministro de Hacienda ante la Comisión de Economía del Congreso y anunció la revisión a la baja del objetivo de déficit de este año. En lugar del 0,8% del PIB que figuraba en los Presupuestos, ahora se prevé un 0,4% para el conjunto de las Administraciones Públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades autónomas y ayuntamientos).Parte de ese recorte responde a que también se ha revisado al alza la previsión de crecimiento económico. Frente al 3,7% inicialmente previsto, ahora se estima un 4%. Es decir, la economía generará más riqueza y, de mantenerse la estimación anterior del déficit, su volumen será mayor.

Al bajar más la previsión de déficit, su cuantía se se sitúa en unos 400.000 millones, la mitad de lo inicialmente previsto. Montoro remarcó que éste es un paso decisivo en el proceso de reducción del déficit, que culminará en 2001 con su desaparición. Después vendrá la nueva rebaja del IRPF (rebajar del 48% al 46% el tramo máximo y del 18%al 15% el mínimo) y la supresión del impuesto de actividades económicas para las empresas pequeñas y medianas.

El ministro de Hacienda indicó que el recorte del déficit este año se producirá, sobre todo, gracias a la reducción de los gastos corrientes. Habrá una diversificación de los contratos de luz, teléfono, combustibles y correos, para intentar aprovechar las ofertas más baratas. También se hará un plan para rentabilizar el patrimonio público inmobiliario.Montoro garantizó que este programa de ajuste no afectará a la inversión pública, que en esta legislatura, afirmó, crecerá igual que el PIB nominal (el crecimiento económico más la inflación). Se mantiene el objetivo de invertir 26 billones de pesetas en todo tipo de infraestructuras (redes de transporte, energía, medio ambiente) a través, sobre todo, de los fondos europeos, los incentivos regionales y la aportación privada. La inversión en investigación y desarrollo alcanzará el 2% del PIB.

El anuncio de Montoro se produce después de que las empresas constructoras hayan hecho público su malestar por el parón a que están sometidas las inversiones públicas desde que Francisco Álvarez Cascos se ha hecho cargo del Ministerio de Fomento. En los cuatro primeros meses del año, la inversión pública ha caído un 0,1% respecto de un año antes.

El portavoz socialista, Jordi Sevilla, no dio credibilidad a los proyectos de Montoro. Si se ha reducido el déficit en los últimos años, explicó, ha sido por el mayor crecimiento económico, la contabilidad creativa, el parón de la inversión pública y la reducción de tipos de interés. "No hay milagros", dijo Sevilla, "es algo que se ha producido en todos los países de la UE".

Caída del ahorro

Añadió que no ha habido "rigor presupuestario", ya que "las desviaciones han sido muy importantes". Tampoco es verdad que haya bajado la presión fiscal (ha aumentado dos puntos del PIB en la pasada legislatura), insistió, y criticó que los impuestos indirectos (el IVA y los especiales) hayan superado ya a los directos (renta y sociedades).

Sevilla invitó a Montoro a que se pase uno de estos días por las delegaciones de Hacienda para comprobar si el IRPF es más sencillo, como se anunció. "Vaya usted, y vea las colas que hay", le dijo. Tampoco se ha conseguido, en su opinión, fomentar el ahorro, otro de los objetivos de la reforma. "El consumo ha aumentado, mientras la tasa de ahorro está en el nivel más bajo de la historia", explicó.El portavoz socialista aceptó, sin embargo, la oferta reiterada ayer por Montoro de un pacto entre todos los grupos políticos para un nuevo sistema de financiación autonómica y local "estable y que incremente la corresponsabilidad fiscal". La propuesta también fue bien acogida por CiU, Coalición Canaria y el PNV.

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