Guascor se sumerge en Brasil

El grupo vasco Guascor, especializado en motores y tecnología de medio ambiente, ha convertido a Brasil en uno de sus principales mercados potenciales. No se sabe muy bien si es por inercia, pero los directivos de Guascor, procedentes en gran parte de Gamesa, empresa que tiene como cliente a la firma aeronáutica brasileña Embraer, se zambulleron de lleno en este mercado, que hoy representa un 15% de la facturación del grupo (35.000 millones de pesetas). Las previsiones de facturación para este año son de 50.000 millones de pesetas y tiene una plantilla de 900 personas. La filial Guascor do Bra...

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El grupo vasco Guascor, especializado en motores y tecnología de medio ambiente, ha convertido a Brasil en uno de sus principales mercados potenciales. No se sabe muy bien si es por inercia, pero los directivos de Guascor, procedentes en gran parte de Gamesa, empresa que tiene como cliente a la firma aeronáutica brasileña Embraer, se zambulleron de lleno en este mercado, que hoy representa un 15% de la facturación del grupo (35.000 millones de pesetas). Las previsiones de facturación para este año son de 50.000 millones de pesetas y tiene una plantilla de 900 personas. La filial Guascor do Brasil existe desde 1996 y con el título de productor independiente de energía eléctrica en la mano se ha lanzado a la conquista de ese país. Primero fueron las zonas aisladas, en las que no había electricidad, y ahora están abiertos a cualquier proyecto. La firma vasca no tiene fijada una cantidad para invertir en Brasil, sin embargo no descarta ninguna posibilidad y la prensa local le ha puesto ya al frente de un proyecto de cogeneración eléctrica en hospitales que los responsables de Guascor ven muy posible que llegue a buen término.

Desde la empresa se mira también a la generación eléctrica por centrales hidráulicas como una posibilidad real en un país con una orografía propicia y un escaso desarrollo. Pero la base del negocio y la que tiene más posibilidades de expansión es la de suministro eléctrico a zonas aisladas de la Amazonía.

En 1997, de la mano de la electrica brasileña Electrobas, se lanzó a un concurso internacional para generar energía eléctrica en el estado de Pará, una zona aislada del Amazonas brasileño, y lo ganó. El problema fue poner en marcha el concurso por la dificultad de construir en un área donde no existe la piedra. "Tuvimos que crear un contenedor terminado, con todos los equipos de generación dentro, y enviarlo por barco", señala Javier Gorriz, director comercial del Grupo Guascor. El contenedor era ya la planta de generación eléctrica y debía funcionar a 38 grados y con una humedad del 80%. El proyecto fue un éxito. 83 contenedores de este tipo abastecen de energía a 23 ciudades en un radio de 1.300 kilómetros. La experiencia se repitió por dos veces en otros dos estados aislados de la Amazonía: Rondonia y Acre. En el primero se da energía con 140 plantas a 55 ciudades y con el segundo, con 80 contenedores, a 13 ciudades. En total tiene instalados más de 300 generadores que dan servicio las 24 horas del día, cuenta con 350 personas empleadas, suponen una inversión de 130 millones de dólares y un volumen de negocio de 156.000 millones de pesetas. Los contratos tienen una duración de 15 años y dan servicio a cerca de dos millones de personas.

"La mayor satisfacción de trabajar en estas zonas es que llegamos a una tierra en la que no había nada y ahora, gracias a la electricidad, se está creando una incipiente industria", concluye Gorriz.

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