Cierres y multas por informar con independencia

Desde que el 20 de octubre de 1998 el Gobierno de Slobodan Milosevic aprobara una dura ley sobre el comportamiento que debían tener los medios de comunicación en Serbia, numerosas publicaciones y emisoras han sido clausuradas, confiscadas o multadas con fuertes sumas. Ya cuatro días antes de la adopción de la ley, tres diarios serbios fueron clausurados, entre los que destacaba el liberal Nasa Borba, que desde sus páginas pedía ayuda para los niños albanokosovares desplazados por la violencia en Kosovo.Sólo en 1999, el montante de las sanciones ascendió a más de 600.000 dólares (unos 108 millo...

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Desde que el 20 de octubre de 1998 el Gobierno de Slobodan Milosevic aprobara una dura ley sobre el comportamiento que debían tener los medios de comunicación en Serbia, numerosas publicaciones y emisoras han sido clausuradas, confiscadas o multadas con fuertes sumas. Ya cuatro días antes de la adopción de la ley, tres diarios serbios fueron clausurados, entre los que destacaba el liberal Nasa Borba, que desde sus páginas pedía ayuda para los niños albanokosovares desplazados por la violencia en Kosovo.Sólo en 1999, el montante de las sanciones ascendió a más de 600.000 dólares (unos 108 millones de pesetas) en su mayoría contra ABC Grafika y contra Glas Novosty por publicar un boletín diario sobre las manifestaciones de la oposición el año anterior.

Algunos de los responsables de los medios no afectos al régimen han recibido amenazas o, incluso, muerto en atentados. Es el caso de Slavko Curuvija, director y propietario del periódico Dnevni Telegraf y de la revista Evropijanin, quien en abril de 1.999 murió asesinado en pleno centro de Belgrado. Curuvija era, en el momento de su muerte, el abanderado de la libertad de prensa en Serbia.

La campaña de acoso a la prensa independiente serbia se ha intensificado en los últimos meses a media que se acercan las elecciones municipales que deberían celebrarse a finales de este año. El pasado abril el semanario Vreme y sus dos directores fueron multados con 8.000 dólares por informar sobre la implicación del ministro de Cultura en el despido de un director teatral. La emisora Studio B, incautada ayer, fue multada por una denuncia puesta por la misma policía serbia. La emisora de radio B-92, clausura durante la guerra de Kosovo, renació bajo el nombre de B2-92, sin que ello le haya ahorrado multas y querellas. El tabloide Blic, cerrado ayer, también sufrió numerosas denuncias. La única imprenta privada que existía en Serbia cerró el pasado abril y varios medios independientes han visto denegadas sus peticiones de importar nuevas imprentas.

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