Lo confieso: odio
Sí, lo confieso: odio Gran hermano. Odio a sus protagonistas, ese grupo de pospijos tan modernos ellos, tan joviales, con tan buen rollito y tan, pero tan encantadores y simpáticos (no me extraña que Boris Izaguirre se vuelva loco/a con ellos).Odio que disfracen como experimento sociológico algo tan artificioso, ridículo y grotesco; que me vendan "esa naturalidad tan española" (¡horror!); odio oír hablar del programa en el trabajo, en el autobús, en la radio, en mi casa...
Pero en realidad lo que odio, lo que de verdad más odio, es verme escribiendo esta absurda carta hablando sobre ese...
Sí, lo confieso: odio Gran hermano. Odio a sus protagonistas, ese grupo de pospijos tan modernos ellos, tan joviales, con tan buen rollito y tan, pero tan encantadores y simpáticos (no me extraña que Boris Izaguirre se vuelva loco/a con ellos).Odio que disfracen como experimento sociológico algo tan artificioso, ridículo y grotesco; que me vendan "esa naturalidad tan española" (¡horror!); odio oír hablar del programa en el trabajo, en el autobús, en la radio, en mi casa...
Pero en realidad lo que odio, lo que de verdad más odio, es verme escribiendo esta absurda carta hablando sobre ese absurdo programa.- .