Cuatro heridos en el Ulster por tiroteos entre paramilitares

Mientras los políticos se han alejado del diálogo, cuatro hombres de Belfast han sido castigados en actos de venganza sectaria que devuelven el proceso de paz a los días de balazos y emboscadas. La última víctima de los escuadrones de castigo ha sido un joven de 22 años a medianoche del sábado, a quien unos enmascarados le dispararon a quemarropa tres tiros en la rodilla derecha y el tobillo.Poco antes, un hombre de Carrickfergus quedó gravemente herido cuando un grupo de pistoleros desconocidos lo tendieron en el terreno mientras un cuarto elemento le pulverizó las rodillas en una rápida suce...

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Mientras los políticos se han alejado del diálogo, cuatro hombres de Belfast han sido castigados en actos de venganza sectaria que devuelven el proceso de paz a los días de balazos y emboscadas. La última víctima de los escuadrones de castigo ha sido un joven de 22 años a medianoche del sábado, a quien unos enmascarados le dispararon a quemarropa tres tiros en la rodilla derecha y el tobillo.Poco antes, un hombre de Carrickfergus quedó gravemente herido cuando un grupo de pistoleros desconocidos lo tendieron en el terreno mientras un cuarto elemento le pulverizó las rodillas en una rápida sucesión de disparos de pistola de 9 milímetros. El jueves, otros dos jóvenes de diversos sectores fueron hospitalizados con heridas en las piernas.

La ley de la selva se vuelve a imponer en las calles de Belfast. Los atacantes son tanto milicianos católicos como protestantes. A pesar de los esfuerzos por controlar a los milicianos dispuestos a tomarse la justicia por su mano, los pistoleros parecen llevar las de ganar. Sin futuro político visible -con cada día que pasa se extingue la posibilidad de un arreglo político capaz de imponer la ley y el orden en el Ulster-, los chacales van obviamente ganando terreno.

Peter Mandelson, el ministro británico para Irlanda del Norte, advirtió ayer a los unionistas contra sus exigencias para reanudar el diálogo de paz, resucitar el Gobierno autónomo de Stormont y poner nuevamente en marcha la Asamblea Legislativa. Mandelson lanzó un nuevo desafío al Partido Unionista del Ulster (UUP) de David Trimble: si continúan presionando al Sinn Fein (el brazo político del IRA), llevan las de perder. Mandelson también dijo que es consciente de que esporádicas "chispas" de violencia -una referencia a la intensificación de castigos- pueden reavivar el peligro de la violencia total en el Ulster. "No creo que nadie quiera planear el retorno al conflicto y a la violencia del pasado", dijo Mandelson.

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