La policía expulsa a 97 paquistaníes que entraron desde Francia en un tren

,El Cuerpo Nacional de Policía expulsó ayer del país a un grupo de 97 inmigrantes de origen paquistaní que viajaban a bordo de un tren procedente de Francia y con destino a Barcelona. Es la primera vez que un contingente tan numeroso de inmigrantes indocumentados intenta cruzar la frontera hispano-francesa. La policía atribuye esta entrada masiva a los supuestos beneficios que la nueva ley de extranjería otorga a los inmigrantes que quieren regularizar sus situación.

El primer grupo de inmigrantes fue detectado en la estación fronteriza de Portbou (Girona) poco después de las siete de l...

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,El Cuerpo Nacional de Policía expulsó ayer del país a un grupo de 97 inmigrantes de origen paquistaní que viajaban a bordo de un tren procedente de Francia y con destino a Barcelona. Es la primera vez que un contingente tan numeroso de inmigrantes indocumentados intenta cruzar la frontera hispano-francesa. La policía atribuye esta entrada masiva a los supuestos beneficios que la nueva ley de extranjería otorga a los inmigrantes que quieren regularizar sus situación.

El primer grupo de inmigrantes fue detectado en la estación fronteriza de Portbou (Girona) poco después de las siete de la mañana. La policía obligó a bajar del convoy a un total de 40 inmigrantes, que viajaban repartidos por los distintos vagones. En la estación barcelonesa de Sants se detuvo a los 57 restantes, que consiguieron pasar inadvertidos en la primera actuación policial. Los agentes ya habían comunicado a sus colegas de Barcelona la posibilidad de que en el tren pudieran quedar otros paquistaníes sin papeles. A su llegada a la capital catalana fueron custodiados por las fuerzas policiales, que les retuvo hasta primera hora de la tarde, cuando se habilitó un vagón especial en un tren convencional con dirección a Francia.

El vagón que ocupaban los inmigrantes permaneció custodiado por vigilantes y agentes de policía y, a pesar de que el tren paró en muchas estaciones, permaneció cerrado hasta cruzar la frontera.

Ninguno de los paquistaníes, todos ellos hombres de mediana edad, ha opuesto resistencia alguna a la acción de la policía. Eran la viva imagen de la resignación. Agotados por el largo trayecto, la mayoría de ellos expresaba en su rostro la decepción por el fracaso de su aventura.

Los viajeros, que fueron identificados por su tez morena y su absoluto desconocimiento del idioma español, iban bien vestidos. La mayoría llevaba consigo un pequeño equipaje de mano con ropa y enseres personales.

Confusión con la ley

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La policía no abundó sobre el origen y organización de la expedición, aunque a través de algunas de las manifestaciones de los inmigrantes pudo deducir que su objetivo era conseguir regularizar su situación y encontrar un lugar de trabajo en España, sin conocer los requisitos que exige la legislación española.

La policía les comunicó que, en virtud de la nueva Ley de Extranjería, sólo pueden optar a la regularización los ciudadanos extranjeros que puedan acreditar que han residido en España antes del 1 de junio de 1999.

Fuentes de la Policía señalan que, ante la llegada de ciudadanos extranjeros a España con la intención de regularizar su situación, mantiene un dispositivo de control y vigilancia en la zona pirenaica, puertos y aeropuertos, con la finalidad de evitar entradas ilegales en territorio español.

Los 97 paquistaníes devueltos a la frontera francesa quedaron a disposición de la policía fronteriza. Las autoridades francesas decidirán ahora el destino de este grupo de hombres.

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