Juan Carlos Peral y Pascual Jover optan a ocupar la presidencia de Caja Vital
La larga campaña por el control político de la Caja Vital ha dejado al abogado Pascual Jover y al ex diputado de Hacienda Juan Carlos Peral como únicos candidatos a la presidencia. Los dos bloques, el constitucionalista (PP, PSE, UA) y el nacionalista, han acabado presentando a dos hombres de consenso y con curiosas trayectorias. Peral, el candidato del PNV, es ahora el secretario general de Ramón Rabanera (PP). Jover, su competidor, fue el primer director de la Caja Vital cuando ésta la dominaban los nacionalistas.
El cruce de alianzas y movimientos para hacerse con el control de Caja ...
La larga campaña por el control político de la Caja Vital ha dejado al abogado Pascual Jover y al ex diputado de Hacienda Juan Carlos Peral como únicos candidatos a la presidencia. Los dos bloques, el constitucionalista (PP, PSE, UA) y el nacionalista, han acabado presentando a dos hombres de consenso y con curiosas trayectorias. Peral, el candidato del PNV, es ahora el secretario general de Ramón Rabanera (PP). Jover, su competidor, fue el primer director de la Caja Vital cuando ésta la dominaban los nacionalistas.
El cruce de alianzas y movimientos para hacerse con el control de Caja Vital ha dejado dos únicos candidatos a la presidencia, Jover y Peral. Los dos se presentarán formalmente hoy, en el último día de plazo, y su pugna se prevé ajustada en las elecciones que se celebrarán el jueves. Los cien asambleístas escogerán ese día al consejo de administración y a la comisión de control, cuyos miembros votarán al presidente y a los demás altos cargos.La persona elegida por el PNV es Juan Carlos Peral, ex diputado alavés de Hacienda en la anterior legislatura y actual secretario general de Ramón Rabanera en la Diputación del PP. Políticamente, su nombre se asocia al sector más dialogante del nacionalismo en Álava. Él fue una persona clave para que el PP prestara su apoyo al PNV en la Diputación desde 1997 hasta el año pasado. Ahora, por obligaciones de su cargo, es el nacionalista más próximo a los populares. Técnicamente, sus cualidades quedan fuera de toda duda, al coincidir su mandato con uno de los mejores momentos en la economía alavesa. El propio Ramón Rabanera aplaudió en su día la candidatura de Peral, pero tuvo que recular ante el rechazo de su propio partido y de los socialistas, que se negaban a dejar la presidencia de la Vital en manos de un militante nacionalista.
El otro candidato, Pascual Jover, comparte despacho de abogados en la actualidad con el nacionalista Emilio Guevara, ex diputado general de Álava. Jover posee un perfil menos político que Peral, y su amplio currículo se basa en criterios técnicos. Experto en derecho foral, fue director de Hacienda de la Diputación y promovió la fusión de las dos cajas alavesas a principios de los noventa, desde su puesto de director general de la Provincial. Ocupó la dirección de la Vital en los primeros meses para después volver a su despacho privado.
Correlación de fuerzas
Los dos candidatos se presentan como personas de consenso, a pesar de que durante el proceso electoral los partidos que les sustentan no han tratado de acercar posturas. Al contrario, se han creado bloques bien definidos y alejados. De momento, el grupo de los constitucionalistas parece llevar la delantera. Agrupados en la autodenominada Plataforma por la pluralidad, PP, PSE y UA comenzaron a cimentar su poder en el golpe de mano dado en las dos entidades fundadoras (el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación), donde han dejado sin representación a los demás partidos. Además, ganaron las elecciones parciales entre los clientes de la caja, que cuentan con 40 delegados en la asamblea. Los nacionalistas, por su parte, concentran su fuerza en los pueblos de la provincia y en la tradición que les ha mantenido en el poder de la entidad desde la fusión.
Ese equilibrio puede romperse en función de por quién se inclinen los trabajadores de Caja Vital (poseen cinco representantes entre los cien asambleístas) y el grupo controlado por el promotor inmobiliario José Antonio Gordo, que ha dado libertad de voto a sus cuatro personas de confianza en la asamblea.