Rojo advierte del peligro de "sobrevaluación" de la Bolsa y de la burbuja financiera

El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, advirtió ayer sobre los peligros de una sobrevaluación de la Bolsa. Puso como ejemplo a EEUU: "La Bolsa americana, al exceder de los valores justificables por los fundamentos económicos, tendrían actualmente un componente, mayor o menor, de burbuja financiera, insostenible antes o después", subrayó. Un aviso de quien piensa que la nueva economía "no ha relegado a la historia los riesgos inflacionistas ni las fluctuaciones cíclicas de la economía" y que Europa no goza del grado de competencia suficiente para oponerse a EEUU.

En una conf...

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El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, advirtió ayer sobre los peligros de una sobrevaluación de la Bolsa. Puso como ejemplo a EEUU: "La Bolsa americana, al exceder de los valores justificables por los fundamentos económicos, tendrían actualmente un componente, mayor o menor, de burbuja financiera, insostenible antes o después", subrayó. Un aviso de quien piensa que la nueva economía "no ha relegado a la historia los riesgos inflacionistas ni las fluctuaciones cíclicas de la economía" y que Europa no goza del grado de competencia suficiente para oponerse a EEUU.

En una conferencia pronunciada ayer en el Club Siglo XXI, el máximo responsable del Banco de España hizo una reflexión sobre la política económica internacional. Tras reconocer que la economía mundial vive una etapa muy favorable y que el crecimiento del producto mundial puede situarse en el 4% este año y el próximo (casi un punto por encima de 1999), Rojo, que dejará el cargo el próximo mes de julio, citó tres factores de incertidumbre. El primero, el creciente déficit comercial de EEUU. El segundo, la revolución tecnológica en la información y de las comunicaciones, cuyo despliege temporal calificó de "incierto". Y el tercero, sobre el que se planteó más interrogantes y dudas, "la fortísima revalorización de los activos bursátiles".Este fenómeno, "de alcance mundial", está basado en las expectativas de las empresas de las nuevas tecnologías. Con la economía estadounidense como telón de fondo, se preguntó si su actual prosperidad "se basa en cambios estructurales profundos como promete la nueva economía o en que han coincidido un conjunto de factores favorables".

El gobernador, con la base de "numerosos estudios sobre el tema", señaló que es difícilmente sostenible la baja prima de riesgo que se da a los valores tecnológicos y consideró exageradas las expectativas de beneficios. Y puso el dedo en la llaga al avisar del alto riesgo de una burbuja financiera, "al exceder de los valores justificables por los fundamentos económicos".

Recordó que las mejoras se circunscriben a la industria informática sin alcanzar al resto de la economía. A su juicio, no se dispone de una perspectiva suficiente para enjuiciar estos fenómenos, pero se detuvo en "las incertidumbres que acompañan al esplendor actual de la economía americana". Y, sobre todo, destacó "la fortísima elevación del valor de los activos, especialmente los bursátiles durante los últimos años". Sobre las expectativas de beneficios de las empresas, advirtió que los métodos habituales de determinación de precio de las acciones no pueden aplicarse para empresas que "nunca han tenido beneficio o pagado dividendo". Los índices tecnológicos se han multiplicado por tres en dos años y el resto del mercado, un 50%.

Y, tras eso, la gran pregunta: ¿Podrá competir Europa con EEUU? "A pesar de las mejoras registradas (...), las economías europeas no gozan aún de los grados de competencia y flexibilidad que serían necesarios para aprovechar plenamente los efectos dinamizadores que podrían derivar de los procesos de innovación tecnológica ya desarrollados en EEUU". Las elevadas tasas de paro en Europa, la menor flexibilidad laboral y movilidad geográfica y la pervivencia de normas y regulaciones en bienes y servicios actúan como elemento retardador del nuevo modelo. "Los mercados de trabajo [en Europa]" señaló "distan aún de poseer la flexibilidad salarial y la movilidad geográfica y funcional necesarias para llevar a cabo eficazmente los procesos de sustitución entre capital y trabajo, así como la reasignación de factores entre los procesos productivos".

En el coloquio final, Rojo apostó por una subida de tipos en Europa y descartó cualquier tipo de intervención del BCE para revalorizar el euro. Para mejorar la competitividad europea, además de medidas microeconómicas, la propuesta del gobernador del Banco de España pasa por "mantener, en el ámbito europeo, un clima de estabilidad macroeconómica". Su conclusión: "Pasarán los excesos bursátiles, unas empresas sobrevivirán y otras, las más, desaparecerán e irán aflorando los beneficios de la mayor transparencia y la mayor eficacia".

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