A un año de la muerte de José Agustín Goytisolo

Durante todo el día de ayer, en la Casa del Llibre de Barcelona, sonó la voz de José Agustín Goytisolo, el poeta fallecido hace aproximadamente un año al caer desde la ventana de su domicilio de la calle de Marià Cubí. Sus poemas de siempre, grabados por él mismo o musicados por la voz agrietada de Paco Ibáñez, envolvían a los que acudían a la librería y creaban un ambiente emotivo rematado por la mirada triste del poeta en la gran foto que presidía el homenaje.A las siete de la tarde empezó el acto central. Fue breve, cargado de emoción y en un espacio demasiado pequeño para el numeroso públi...

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Durante todo el día de ayer, en la Casa del Llibre de Barcelona, sonó la voz de José Agustín Goytisolo, el poeta fallecido hace aproximadamente un año al caer desde la ventana de su domicilio de la calle de Marià Cubí. Sus poemas de siempre, grabados por él mismo o musicados por la voz agrietada de Paco Ibáñez, envolvían a los que acudían a la librería y creaban un ambiente emotivo rematado por la mirada triste del poeta en la gran foto que presidía el homenaje.A las siete de la tarde empezó el acto central. Fue breve, cargado de emoción y en un espacio demasiado pequeño para el numeroso público que quería asistir al mismo. Hacía calor y la mirada de José Agustín, del poeta, presidía desde la inmensa foto su propia ausencia. Había amigos y familiares, admiradores que musitaban en voz baja sus poemas, que movían los labios mientras el director teatral Mario Gas recitaba algunos de los famosos versos del mayor de los hermanos Goytisolo. Estaban la viuda, Ton Carandell, y amigos como Joan Manuel Serrat, Carme Riera y Guillermina Motta. También se dejó ver algún político, entre ellos el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, y Joan Saura, recién elegido diputado por Iniciativa per Catalunya. Y también estaba Julia, por supuesto. Julia, la hija a quien José Agustín dedicó el canto optimista de Palabras para Julia. "La vida es bella, ya verás, como a pesar de los pesares, tendrás amigos, tendrás amores...".

Un vídeo de Canal Cultura abrió el acto. Julia Goytisolo dice en él: "De mi padre aprendí que la muerte no es nada, que la vida es un milagro y que la muerte no es nada". Carme Riera, por su parte, reflexiona: "No sé si era más amigo que poeta o más poeta que amigo, pero era una gran persona y un gran poeta". Y Paco Ibáñez habla de la vida, de sus viajes por los bares de Madrid, del día a día de una amistad.

Después del vídeo, vino la brevedad del directo, marcada y acotada por la emoción. Julia sólo dijo una frase: "Él estaría muy orgulloso de que estuvierais aquí". Carme Riera lo elogió como personaje modelo, como poeta y como hombre que supo tender un puente entre distintas culturas. Mario Gas recitó a continuación cuatro poemas: Se abre la temporada en Barcelona, Escuchad defensores, En tiempos de ignominia y Quiero todo esto.

A través de la ironía y de la musicalidad de sus versos volvió a sentirse entre el público la fuerza de un poeta que supo conectar con amplios círculos de lectores y que sigue gozando, según se palpó anoche, del favor y de la devoción de la gente. Mientras sonaban los versos de Quiero todo esto, parecía que el José Agustín de la gran foto esbozaba una sonrisa.

Joan Manuel Serrat cerró el acto leyendo un poema de José Agustín dedicado a la madre del poeta. Para entonces, la emoción ya era protagonista absoluta.

Consuelo Bautista
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