"Desde que estoy aquí, nunca he vuelto a emplear colores fríos"

Dusan Vrga (Belgrado, 1962) reside en España desde 1992 y, por ahora, no tiene intención de volver a su país, aunque expone en Belgrado con bastante regularidad. Hizo su tesis doctoral en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, gracias a una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, y ha trabajado como profesor en la Escuela de Arquitectos y también en diferentes academias. Pero, mucho más que un enseñante, Dusan Vrga es, ante todo, un pintor. Como artista, su residencia en Madrid le ha dejado una profunda huella, sobre todo en los colores, que han ganado en luminosidad. Ha...

Dusan Vrga (Belgrado, 1962) reside en España desde 1992 y, por ahora, no tiene intención de volver a su país, aunque expone en Belgrado con bastante regularidad. Hizo su tesis doctoral en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, gracias a una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, y ha trabajado como profesor en la Escuela de Arquitectos y también en diferentes academias. Pero, mucho más que un enseñante, Dusan Vrga es, ante todo, un pintor. Como artista, su residencia en Madrid le ha dejado una profunda huella, sobre todo en los colores, que han ganado en luminosidad. Habla un castellano casi perfecto, una prueba más de que ha dejado hace tiempo de ser un extranjero en una ciudad en la que se siente muy cómodo. El pasado otoño expuso su obra en el Ateneo de Madrid y actualmente sus cuadros pueden contemplarse en el Centro Cultural Galileo (Moncloa).Pregunta. ¿En qué medida han influido sus años en Madrid en su pintura?

Respuesta. Lo que más noto es una presencia de la luz y de los colores en mis cuadros. En la parte simbólica, mucho menos, porque es algo que he mantenido desde Belgrado. También los clásicos españoles, sobre todo Goya y Velázquez, me han influido mucho. Y siento que en Europa el pueblo español es el que más se parece al yugoslavo.

P. ¿Y qué tiene de especial la luz de Madrid?

R. Da un tipo de nitidez muy especial. Y su cielo me resulta una imagen muy dramática e interesante, sobre todo en otoño.

P. Imagino que los colores de su obra también habrán variado después de vivir ocho años en España.

R. Al venir aquí, me di cuenta, al cabo de un tiempo, de que utilizaba mucho el amarillo y el rojo, sin reconocer que eran los colores de la bandera de España. Desde que estoy en España han ido surgiendo colores más fuertes: nunca he vuelto a utilizar colores fríos, como el verde o el azul, muy habituales cuando vivía en Belgrado.

P. ¿Visita mucho los museos?

R. Sí, todo lo que puedo, especialmente las exposiciones de arte contemporáneo.

P. ¿Y es fácil para un artista extranjero instalarse y trabajar en Madrid?

R. Es diferente con respecto a otras ciudades europeas, como París y Amsterdam, en las que también he residido. Para exponer depende un poco de si coincides con alguien al que le gusta lo que haces. Es más difícil para un extranjero, aunque tampoco es para desanimarse. Llevo aquí mucho tiempo y me siento muy asimilado. Conozco a mucha gente. Y estoy exponiendo cada vez más. Madrid es actualmente el mejor sitio de Europa.

P. Sin ser figurativa, tampoco se puede decir que su pintura sea totalmente abstracta.

R. Es un mundo muy particular.

Dusan Vrga. Centro Cultural Galileo, hasta el 18 de marzo.