Elecciones 2000 Andalucía

Celia Villalobos utiliza su cargo de alcaldesa para pedir a los malagueños que no voten al PSOE

Celia Villalobos ha terminado su campaña electoral jugando la baza localista. La candidata del PP al Congreso utilizó ayer una conferencia de prensa como alcaldesa para pedir a los malagueños que no voten al PSOE. Es la resaca por la orden de la Junta Electoral de Andalucía de suspender la campaña publicitaria del embovedamiento del río Guadalmedina, que estaba pagando íntegramente la empresa pública Acusur, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Villalobos anunció que el Partido Popular ha recurrido la decisión y lamentó que "la presión de la Junta de Andalucía sea tan grande que las d...

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Celia Villalobos ha terminado su campaña electoral jugando la baza localista. La candidata del PP al Congreso utilizó ayer una conferencia de prensa como alcaldesa para pedir a los malagueños que no voten al PSOE. Es la resaca por la orden de la Junta Electoral de Andalucía de suspender la campaña publicitaria del embovedamiento del río Guadalmedina, que estaba pagando íntegramente la empresa pública Acusur, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Villalobos anunció que el Partido Popular ha recurrido la decisión y lamentó que "la presión de la Junta de Andalucía sea tan grande que las desigualdades en el trato sean la norma de la Junta Electoral".Málaga es la provincia andaluza en donde la doble confrontación electoral está más reñida. Hasta el punto que puede darse el caso de que gane el PP las generales y el PSOE las andaluzas. También es la única provincia en la que el presidente de la Junta y candidato socialista, Manuel Chaves, ha ofrecido proyectos concretos. La alcaldesa atacó ayer al PSOE por este flanco: "Ninguno de los grandes compromisos de la Junta con Málaga se han cumplido". Villalobos, en la recta final de la campaña esgrime el fantasma del agravio: "La Junta deja a Málaga al margen de sus ambiciones, cuidado malagueños lo que haceis con vuestro voto".

La última manzana de la discordia ha sido el proyecto Guadalmedina, presentado de improviso en el inicio de la campaña electoral, el 29 de febrero, para dar respuesta a una aspiración de la ciudad que data de hace más de siglo y medio: eliminar su división en dos, sin poner en riesgo la seguridad ante posibles inundaciones. La presentación de esta idea, sin consenso previo entre los partidos e instituciones, ha levantado una oleada de críticas de todo el arco parlamentario contra la ética de la alcaldesa del PP y la viabilidad de su proyecto. La cobertura publicitaria, valorada en 21 millones de pesetas, ha sido calificada por PSOE e IU de "escandalosa".

Los socialistas estudian poner una demanda por delito electoral, pero todavía no lo han hecho. Villalobos defiendió ayer el porvenir de su plan, evaluado en 82.000 millones para la obra civil, argumentando que ya tiene presupuestados este año 20.000 millones para expropiaciones y enseñó una carta del secretario general del Ministerio de Medio Ambiente, en el que Juan Luis Muriel se ofrece a participar activamente "en el proyecto Guadalmedina del Ayuntamiento de Málaga". La carta tiene como número de salida el 57 y fecha del 10 de febrero, aunque sospechosamente no tuvo entrada hasta ayer en la alcaldía de Málaga. Esta no es la única sorpresa en la recomposición postal del apoyo al proyecto: en otra carta de Muriel, mostrada ayer por Villalobos, de fecha 6 de marzo, figura como número de salida el 56.

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