Elecciones 2000

Aznar pide el voto "para convertir a España en cuatro años en el mejor país de Europa"

José María Aznar elevó ayer al máximo que le permitieron sus castigadas cuerdas vocales su optimismo y euforia por los buenos resultados que, vaticina, le depararán las urnas el próximo domingo. Y se atrevió a reclamar una renovación de la confianza de los españoles para convertir a España en cuatro años más "en el país mejor de Europa". Pero el penúltimo mitin de esta campaña, anoche en Sevilla, le sirvió sobre todo para castigar al PSOE. El candidato del PP identificó a su formación "con la estabilidad, el progreso y la prosperidad" y despachó al PSOE como un partido "que se cae en pedazos" ...

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José María Aznar elevó ayer al máximo que le permitieron sus castigadas cuerdas vocales su optimismo y euforia por los buenos resultados que, vaticina, le depararán las urnas el próximo domingo. Y se atrevió a reclamar una renovación de la confianza de los españoles para convertir a España en cuatro años más "en el país mejor de Europa". Pero el penúltimo mitin de esta campaña, anoche en Sevilla, le sirvió sobre todo para castigar al PSOE. El candidato del PP identificó a su formación "con la estabilidad, el progreso y la prosperidad" y despachó al PSOE como un partido "que se cae en pedazos" por no haber sabido regenerarse "tras los años tristes, negros y tenebrosos" de la corrupción y el paro.

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Apenas habló de otra cosa. Aznar utilizó una de sus últimas plataformas públicas en esta campaña, que se supone será la última que él protagonice como candidato a La Moncloa, para maltratar al PSOE desde todos los ángulos imaginables. El mensaje previsto era simple y de grueso calibre. Y se resumía en presentar al PP como el paradigma de los éxitos que se pueden cosechar en España con las políticas que él califica como buenas, y al PSOE como "el riesgo y el peligro" de regresar al pasado. Una época que Aznar concibe como la de "los escándalos diarios" y la del "récord de la corrupción y el desempleo".Al inicio de su intervención en el Palenque de la Cartuja de Sevilla, Aznar escuchó, ante más de 6.000 incondicionales, pitidos y abucheos procedentes del exterior del recinto. Fue cuando presentó al PP como el autor de los mejores cuatros años de "progreso, estabilidad y prosperidad de España" y reclamó la confianza de los electores para proseguir otros cuatro ejercicios en ese camino.

El presidente del PP incidió en que apostar el domingo por otra opción, es decir por el PSOE, sería lo mismo que "volver al pasado y poner en riesgo lo que tanto" ha costado conseguir. Sonaron de nuevo los pitidos del exterior del Palenque y Aznar recogió el guante para afirmar: "Sobran pitos, sobran flautas y hacen falta hechos".

Aznar presentó entonces al PP como el "gran partido de centro moderado para toda España" y descalificó al PSOE y a sus diversos aliados por sus objetivos republicanos, independentistas y federalistas. A su juicio, la oposición de izquierda trata de "sumar lo que sea al grito de hay que echar a éste [a Aznar] de La Moncloa".

El aún presidente del Gobierno distinguió entre un PP atiborrado de hechos y de gestión, para lo que volvió a repetir la panoplia de logros de su mandato, particularmente en empleo y saneamiento de la Seguidad Social, y una alternativa a la que nunca cita por su nombre, el PSOE, y al que designa como "los de la campaña tenebrosa y los años tristes, los de la vuelta atrás, cuando España no era respetada ni por su economía ni por la creación de empleo sino que era recordada por tener el récord del paro y de los escándalos".

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Aznar descalificó las últimas iniciativas y ofertas del programa del candidato del PSOE, Joaquín Almunia, como "improperios" causados por la "prisa y la improvisación" y como "fórmulas que son imposibles o demagógicas".

El líder del PP ve al PSOE hundido en la confusión y la incoherencia, como "un partido que se cae en pedazos y con la única ambición del poder para volver al pasado". Además, le acusó de no haberse renovado: "Después de cuatro años ahí están las mismas caras y personas, con las mismas políticas que llevaron a España al paro y la corrupción y sin que se aprecie ninguna señal de regeneración". Aznar tildó a Almunia, ex ministro de Trabajo, como "el campeón del desempleo y la incompetencia".

Al final del acto, Aznar demandó, con un tono "humildemente orgulloso", que se le renovase la confianza y los votos "para en cuatro años más convertir a España en el mejor país de Europa".

El líder del PP acusa a Almunia de "mentir" sobre el final de la mili

José María Aznar defendió ayer a capa y espada su promesa de suprimir la mili en el año 2001 y acusó a su principal rival, el candidato socialista, Joaquín Almunia, de "mentir" por haber prometido adelantar un año su derogación: diciembre de 2000. Lo hizo en el último acto sectorial de su campaña en Madrid, ante varios centenares de jóvenes vinculados a Nuevas Generaciones del PP.Aznar argumentó que este año las fuerzas armadas cerrarán con 75.000 soldados profesionales o "un poco más" y que, a partir de estas cifras, para el año 2001 habrá "plazas y recursos" para pasar de los 100.000 soldados profesionales que permitan disponer de unas fuerzas armadas homologadas a las de la Unión Europea y, de este modo, suprimir la mili obligatoria.

El candidato del PP, que trató de bromear y esforzarse por extraer un argot juvenil, dijo, por ejemplo, que Almunia "quiere dejar las fuerzas armadas tiesas" pues "no tiene dinero" para adelantar la supresión de la mili ni "tampoco hay 40.000 jóvenes dispuestos ahora a entrar en el Ejército profesional". "Proponga usted algo que tenga un poco de sentido común y de cabeza porque lo que está proponiendo es engañar a los jóvenes".

Aprovechó su último acto sectorial de la campaña electoral para colocar también los últimos retazos de las propuestas que le habían quedado en la cartera. Así, cuantificó su inversión en el Plan Hidrológico Nacional, anunciado la víspera, en 700.000 millones; para el Plan de Regadíos, también anunciado, prometió una inversión de 900.000 millones y dotó al Plan Forestal Nacional con 350.000 millones.

También reiteró propuestas para facilitar el acceso de los jóvenes a la vida laboral: programas de prácticas en empresas; incentivos a los empresarios para crear empleo estable y la promoción de nuevos empleos derivados de la innovación y la revolución tecnológica.

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