El turismo de negocios crece un 70% en Madrid desde 1996 y cae en Barcelona

Madrid, además de ser la capital del Estado, concentra cada vez más actividad ligada a los negocios y las empresas. En el caso de Barcelona, la evolución es justamente la contraria: esta actividad desciende progresivamente. Según datos de la Consejería de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, el turismo de reuniones, que engloba el de negocios y el ligado a ferias y congresos, ha aumentado un 70% entre el ejercicio de 1996 y el de 1998. Jordi Portabella, consejero de la Fira de Barcelona, denuncia que el Gobierno central favorece y potencia la actividad de Infema, la feria de Madrid....

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Madrid, además de ser la capital del Estado, concentra cada vez más actividad ligada a los negocios y las empresas. En el caso de Barcelona, la evolución es justamente la contraria: esta actividad desciende progresivamente. Según datos de la Consejería de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, el turismo de reuniones, que engloba el de negocios y el ligado a ferias y congresos, ha aumentado un 70% entre el ejercicio de 1996 y el de 1998. Jordi Portabella, consejero de la Fira de Barcelona, denuncia que el Gobierno central favorece y potencia la actividad de Infema, la feria de Madrid.

Aunque los criterios utilizados por la Consejería de Economía de Madrid y los de Turismo de Barcelona no coinciden plenamente, la comparación permite observar cuál es la evolución de la actividad ligada a los negocios y convenciones en una ciudad y otra. En el caso de Madrid, la actividad se concentra en la propia capital, según explicaron fuentes de la Dirección General de Turismo madrileña, y progresa muy rápidamente. Por ejemplo, en Madrid se celebraron 439 convenciones en 1996 y en 1998 fueron 725. En participantes, el salto fue aún mayor: pasaron de 81.000 en 1996 a 257.000 dos años más tarde. También creció el turismo por reuniones de incentivos -viajes organizados por empresas que han alcanzado sus objetivos y premian a sus ejecutivos- ya que en 1996 fueron 15.000 y dos años después, el doble. El turismo por congresos y ferias también siguió una evolución ascendente: en 1996, la capital acogió 268 congresos y en 1998, 431.

En cifras globales, el turismo de reuniones llevó a Madrid a 284.000 visitantes en 1996, cantidad que se disparó hasta 546.000 en 1998. En porcentaje, el tirón ha sido del 70% en tres años, a falta de conocer la evolución del año pasado que, según informó un portavoz de la consejería, todavía no está cerrado.

Panorama opuesto

Salvo en la organización de congresos y ferias, el panorama en la ciudad de Barcelona es el opuesto. Un portavoz de Turismo de Barcelona aclaró que los criterios que se utilizan para calibrar la evolución del turismo no coinciden con los que se aplican en Madrid y que, por tanto, carecía de datos comparativos. Las estadísticas de Turismo de Barcelona se basan en la ocupación hotelera: turismo de vacaciones, de negocios, de ferias, congresos o por motivos familiares.

De acuerdo con esos datos, presentados por los responsables de Turismo de Barcelona la semana pasada, la estancia ligada a negocios ha pasado de suponer el 43,2% de los turistas que visitaron la ciudad en 1996 al 35% en 1998 y al 30,3% el año pasado. Respecto al turismo ligado a la organización de ferias, en 1996 representó el 5,4%, cayó hasta el 3,7% en 1998, pero se recuperó en 1999 hasta el 7,5%. El número de congresos también se ha incrementado.

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El tercer teniente de alcalde y consejero de la Fira de Barcelona, Jordi Portabella, admite que el tirón en el turismo por negocios se lo lleva Madrid, pero contrapone esa realidad al hecho de que Barcelona sea una de las ciudades preferidas por empresarios europeos por la calidad de vida.

Portabella denuncia que en el caso concreto de la organización de ferias, se está produciendo un trato de favor por parte de la Secretaría de Estado de Economía hacia Infema, la feria de Madrid. Concretamente, Portabella afirma que constituye una práctica "alegal" la adjudicación sin concurso previo de salones en favor de Infema. "Ha ocurrido con el salón Exporta 2000 y también en el de Expoconsumo 1998. En ambos casos, la concesión fue directa y no se abrió la puerta a otras ferias del resto del país". El consejero de la Fira cree que es imprescindible que el Gobierno catalán entre a formar parte de la Fira no sólo para aportar fondos, sino también para defender la proyeccíón de la Fira de Barcelona frente a Madrid.

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