Batalla campal en Fuengirola Un partido entre juveniles acaba con los 16 jugadores del Vélez-Málaga en el hospital

El partido de fútbol entre los equipos juveniles de las localidades malagueñas de Fuengirola y Vélez-Málaga terminó ayer en batalla campal. Una quincena de jóvenes tuvieron que ser atendidos en el centro de salud de la primera de las localidades tras ser agredidos en masa por los espectadores del partido. Uno de los jóvenes, de 18 años y cuyo nombre responde a las iniciales L. M. P., tuvo que ser asistido por los servicios de emergencia 061 que lo hallaron en el campo inconsciente. Los médicos diagnosticaron que su estado se había producido como consecuencia de contusiones múltiples. Tanto est...

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El partido de fútbol entre los equipos juveniles de las localidades malagueñas de Fuengirola y Vélez-Málaga terminó ayer en batalla campal. Una quincena de jóvenes tuvieron que ser atendidos en el centro de salud de la primera de las localidades tras ser agredidos en masa por los espectadores del partido. Uno de los jóvenes, de 18 años y cuyo nombre responde a las iniciales L. M. P., tuvo que ser asistido por los servicios de emergencia 061 que lo hallaron en el campo inconsciente. Los médicos diagnosticaron que su estado se había producido como consecuencia de contusiones múltiples. Tanto este joven como los demás afectados por los incidentes fueron trasladado al centro sanitario local.Los incidentes se produjeron durante el partido de vuelta de los dos equipos juveniles malagueños, que ya venía cargado de tensión por incidentes, de menor importancia que los registrados ayer, ocurridos durante el encuentro celebrado en Vélez-Málaga.

Según un vecino, que no quiso ser identificado, el partido estuvo marcado por la violencia verbal entre los aficionados. A los cinco minutos del segundo tiempo, el utilero y delegado del equipo visitante saltó al campo para atender a un jugador. Alguien, del que se desconoce la identidad, aprovechó para irrumpir en el terreno y agredirle. Fue en ese momento cuando se produjo la violenta avalancha de aficionados sobre el césped. Los espectadores, unos 300 congregados en las gradas, saltaron y comenzaron a agredir a los jugadores visitantes que, apoyados por sus familiares y otra parte del público, se defendieron como pudieron.

La batalla campal terminó con unos 16 jóvenes -todos los titulares y suplentes del equipo- heridos de diversa consideración y más de una decena de denuncias. A última hora de la noche de ayer, aún seguían siendo atendidos algunos de los implicados en la refriega. Posterioirmente se dirigieron a la comisaría local para presentar una denuncia y explicar lo sucedido. La policía local de Fuengirola no ha proportcionando datos de la batahola a lo largo del día, y no quiso aportar anoche información sobre lo ocurrido. Por otra parte, fuentes del Cuerpo Nacional de Policía descartaron que la seguridad en el terreno de juego correspondiera a sus agentes. "Eran 300 contra 25. Creímos que íbamos a jugar en un campo decente. Fue más que una encerrona", dijo anoche Jesús Gutiérrez, presidente de los juveniles del Vélez-Malaga a la Cadena Ser.

El árbitro del encuentro esperará a los informes médicos para redactar el acta.

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