La superficie ocupada por viviendas e industrias se doblará, según el plan de los 541 municipios

El 3,2% del territorio de la Comunidad Valenciana está consolidado como suelo urbano, es decir, sobre esas 74.660 hectáreas ya se han levantado urbanizaciones, fábricas, colegios, calles y otras estructuras artificiales. Y el planeamiento de los 541 municipios valencianos prevé doblar esa superficie construida al establecer como suelo urbanizable, es decir, apto para edificar otras, 62.261 hectáreas, el 2,7% del total. La mayor parte de esa reserva de suelo, 47.928 hectáreas, se destinará a uso residencial. Y la quinta parte tiene la califiación de suelo industrial.

Si ya existen 57.14...

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El 3,2% del territorio de la Comunidad Valenciana está consolidado como suelo urbano, es decir, sobre esas 74.660 hectáreas ya se han levantado urbanizaciones, fábricas, colegios, calles y otras estructuras artificiales. Y el planeamiento de los 541 municipios valencianos prevé doblar esa superficie construida al establecer como suelo urbanizable, es decir, apto para edificar otras, 62.261 hectáreas, el 2,7% del total. La mayor parte de esa reserva de suelo, 47.928 hectáreas, se destinará a uso residencial. Y la quinta parte tiene la califiación de suelo industrial.

Si ya existen 57.149 hectáreas de uso residencial consolidadas, los planes urbanos prevén otras 47.928. Y si ya hay 10.603 hectáreas de suelo industrial, los municipios han reservado otras 10.627. Pese a esta inmensa bolsa de suelo, las reclasificaciones aumentan mes a mes con cada nueva modificación de los planeamientos municipales. En líneas generales, y según el estudio titulado Planeamiento urbanístico en la Comunidad Valenciana, editado por el Consell, en las tres provincias los municipios mantienen en reserva tanto terreno listo para urbanizar como el que ya han consolidado.Y las proporciones se mantienen en el suelo residencial y en el industrial, dos de las cuatro calificaciones previstas para el suelo urbano y urbanizable (las otras dos son el uso terciario y dotacional). Sin embargo, las preferencias no son las mismas en las tres provincias. Alicante ha calificado como residencial el 82,2% de su suelo, por el 9,5% industrial. Mientras, Castellón y Valencia quieren más suelo industrial (20,8% y 19,4% respectivamente).

Gran parte de los municipios mantienen como suelo no urbanizable más del 90% de su superficie, aunque hay otros que ya han urbanizado la mayor parte de su término, como Benetússer (el 100% de sus 78 hectáreas), Tavernes Blanques (80%), L'Eliana (el 73%), Burjassot (el 66%), Rocafort (65%), Mislata (53%), Puçol (54%) y Paiporta (49%). Otros han previsto crecimientos exagerados, como Peñíscola, que sólo ha urbanizado el 5% de su suelo pero ha clasificado como urbanizable otro 54%, o Benitatxell con un 3% y un 44%, respectivamente.

Del estudio del Consell, como ya publicó El PAÍS el miércoles pasado, destaca que el 46,6% del suelo urbano y urbanizable se sitúa en los 60 municipios costeros. Y que del suelo no urbanizable, sólo la mitad está especialmente protegido. Con un sesgo en la provincia de Castellón, donde el 73% del territorio es no urbanizable pero sin protección especial.

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